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Sector Financiero

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Demanda de crédito se explica más por expectativas de crecimiento que por tasas de interés: Daniel Becker

Mientras el Banxico ha subido en 700 puntos base la tasa objetivo, en algunos productos de crédito bancarios como el hipotecario, las tasas han aumentado apenas entre 150 y 200 puntos base.

Daniel Becker Feldman, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM). Foto EE: Hugo Salazar

Daniel Becker Feldman, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM). Foto EE: Hugo Salazar

Hoy, la demanda de crédito en el país se explica más por las expectativas de crecimiento económico que por las tasas de interés, afirma Daniel Becker Feldman, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

El aún líder de los banqueros del país –que dejará el cargo en el marco de esta convención–, considera que la economía mexicana puede crecer este año otra vez 3.0 por ciento. En este sentido, su estimación es que el crédito siga aumentando este año como ocurrió en el 2022.

“El elemento que consideran los empresarios y las familias para tomar un crédito obedece más, hasta cierto punto, a la expectativa de crecimiento, y yo sí creo que podamos ver este año, como está planteado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que México pueda volver a crecer 3.0%”, enfatiza.

Dice que por supuesto que hay un punto en el que, a determinado nivel de tasas de interés, la gente se rehúsa ya a tomar un crédito, pues, afirma, se vuelve inoperante e impagable.

Sin embargo, considera que mientras las tasas se mantengan más o menos en los niveles actuales –en los que en ningún producto de crédito bancario se ha reflejado el mismo incremento de la tasa de referencia del Banco de México (Banxico)– no debería haber grandes incrementos ni en el costo del financiamiento ni en la morosidad.

Recuerda que mientras el Banxico ha subido en 700 puntos base la tasa objetivo, en algunos productos de crédito bancarios como el hipotecario, las tasas han aumentado apenas entre 150 y 200 puntos base.

“En realidad hay pocos segmentos que han igualado el incremento a las tasas en como lo ha hecho el Banxico”, puntualiza.

En esto, agrega, también ha influido la fuerte competencia que hay entre los bancos. “No sólo del sector, también ya hay otros intermediarios no bancarios que están empezando a generar fuerza de mercado que nos obligan a competir. Entonces por eso creo que también generar elementos de competencia en la banca, se vuelve fundamental”.

Dinámica en consumo puede mantenerse

El presidente de la ABM estima que el dinamismo del crédito al consumo otorgado por la banca comercial –que fue el que más creció en el 2022– puede mantenerse en el 2023, dado que, en primer lugar, se viene de una base relativamente pequeña, y este segmento ha repuntado en los últimos años. “Entonces yo creo que el crédito al consumo va a seguir creciendo”.

Además, señala que hoy se utiliza mejor el crédito, y ejemplifica con el caso de la tarjeta. “En crisis anteriores, lo que observábamos es que la gente utilizaba su tarjeta de crédito, el crédito al consumo, como capital de trabajo, para subsanar problemas momentáneos por la circunstancia, y eso al final generaba posibilidades de impago”.

Agrega: “hoy lo que vemos es que la gente sigue utilizando su tarjeta de crédito con mucha prudencia”.

Menciona que reflejo de ello, es que hoy el Índice de Morosidad (Imor) de la cartera de crédito al consumo, se encuentra debajo de 3.0 por ciento. “En el consumo, que es generalmente el segmento de crédito que observa el mayor incremento en su morosidad”.

Pero también refiere que, del lado de las instituciones, hay mucha responsabilidad en la originación de los créditos.

“Yo recomendaría que se utilicen los productos de crédito para lo que son. Una tarjeta de crédito no es para resolver un problema de capital de trabajo, es para comprar un bien mueble, y sí pagar tu mínimo, pero siempre estar en tus capacidades, y creo que en ese sentido seguir haciendo cosas de educación financiera en nuestro país se vuelve fundamental”.

Daniel Becker alude al impacto mínimo que registró la banca por los efectos de la pandemia por Covid-19 -a lo que contribuyeron también las medidas conjuntas entre el sector y las autoridades-, pues, recuerda, el máximo Imor que se vio en el consumo fue de 4.0%, muy inferior al de crisis anteriores, cuando la contracción económica en el 2021 fue de 8.0 por ciento.

“Lo que nosotros vimos desde la ABM, es una población mucho más consciente de la utilización del crédito, y además con un elemento de ahorro bien importante. También se atribuye a que la banca, en general, tiene mejores modelos de riesgos asociados a lo que tiene que ver con Basilea III, a que los bancos son más responsables, y también algo muy importante: los burós de crédito”.

Todo esto hace, subraya, que hoy la banca esté mucho más sólida, con buenos índices de capitalización y liquidez.

No obstante, dado que las tasas siguen altas y la inflación podría prolongarse más de lo esperado, habría incrementos en la morosidad, pero la banca está lista para seguir apoyando el crecimiento económico.

En empresas ya se ve recuperación

El aún líder de los banqueros resalta que en empresas, la cartera de crédito también ya muestra recuperación, incluso en las pequeñas y medianas (pymes), aunque aquí considera que uno de los grandes pendientes, dentro del sector financiero, es tener un mercado de capitales más profundo.

edgar.juarez@eleconomista.com.mx

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