Arte pictórico reconquista los museos de la Ciudad de México

Creo que todo artista tiene que ser un poquito chamánico en el sentido de convertirse en una especie de umbral a través del cual pasa una serie de cosas que tienes la capacidad y la responsabilidad de darles forma”. 

Daniel Lezama, para el video familia pródiga

Con casi 300 objetos surrealistas de casi 90 artistas de nombres inconfundibles, la noche de este jueves se realizó la inauguración encabezada por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Lucina Jiménez, de la exposición Sólo lo maravilloso es bello. Surrealismo en diálogo. Museo Boijmans Van Beuningen – México, que repasa la obra de artistas fundamentales en esta manera de asimilar el mundo.

Con obras maestras del surrealismo distribuidas en ocho núcleos, como la edición impresa en 1924 del “Manifiesto surrealista - Pez soluble”, de André Bretón, pasando por el “Sofá labios de Mae West” (1938) y “La Venus de Milo con cajones” (1936), de Salvador Dalí, entre otras de sus más notorias obras; “El modelo rojo” (1937) y “Prohibida la reproducción” (1937), de René Magritte;  “Vasos comunicantes. Homenaje a André Breton” (1938), de Diego Rivera, y la famosa pintura “My dress hangs there” (1938), ejecutada por Frida Kahlo durante su estancia en Nueva York, la exposición muestra prácticamente lo mejor del acervo del Museo Boijmans Van Beuningen, que, a decir de Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, posee una de las colecciones surrealistas más importantes de Europa.

“Más allá del número de obras, esta es una exposición sobre la importancia que México siempre le ha dado a esto, que no es una corriente, sino una postura. Para el Museo del Palacio es una gran oportunidad de tener acceso a estas, muchas de ellas obras maestras y trabajos que difícilmente se verían todos juntos como en esta ocasión”, declaró Fernández Félix.

Y es que la lista de nombres estelares que integran la muestra es imposible de enunciar por su amplitud, pero destacan Remedios Varo, Leonora Carrington, María Izquierdo, Man Ray, Wilfredo Lamm, Yves Tanguy y Pedro Friedeberg. Pero también obra de artistas que dialogaron con el surrealismo, sin ser precisamente surrealistas, como José Guadalupe Posada, Manuel Álvarez Bravo, Carlos Mérida y Roberto Montenegro, e incluso una selección de piezas de arte precolombino, que han sido fundamentales en la visión surrealista desde el ojo mexicano.

Dentro de los ocho temas principales el visitante podrá ver el inicio de la revolución surrealista en la primera mitad del siglo XX, como la profunda relación con el dadaísmo. Pero también se incluyen obras que son reminiscencias del surrealismo, obras que continuaron con el ejercicio surrealista, como la del artista belga de 88 años Jacques Lacomblez.

El sincretismo mexicano según Daniel Lezama

El mito, la fertilidad, la dualidad, la simbología, la representación mínima. El trance, el sueño. La tierra, el nopal, el bosque, los hongos, la piedra, la piel y su orografía. El poder mágico que emerge de la tierra, que desciende de las estrellas, que abreva del ombligo y de los genitales. Las escenas tricolores, el mexicanismo que no es nacionalista. El mestizaje de todo lo que nos hace mexicanos, incluso nuestros horrores.

Todo eso está contenido en la muestra Daniel Lezama. Vértigos del mediodía,  que se inauguró la noche del miércoles en la Sala A del Museo de Arte Moderno y permanecerá abierta hasta el 23 de octubre.

Daniel Lezama es uno de los artistas plásticos vivos más potentes, por eso mismo no está exento de polémica. Prueba de ello, la fuerte crítica que recibió la imagen ilustrativa de la exposición, el óleo “La Venus, el Rebel”, pintada en 2002 y parte de la colección de Jan Hintze, con la representación de una niña desnuda en un taller automotriz.

Vértigos del mediodía hace una revisión inédita de la obra del pintor ejecutada, sin embargo, en distintas épocas y dividida en tres principales bloques: “El arquitecto de los niños jardineros”, “Historia (sobre) natural de la civilización mexicana” y “La montaña genealógica”.

De acuerdo con el texto curatorial firmado por el especialista invitado Erik Castillo, la muestra ”ofrece una reconsideración crítica sobre la escritura de la historia de los sistemas del arte moderno y contemporáneo, en y desde México”, y califica la sensibilidad y el discurso de Lezama como “de orden visiblemente neorromántico”.

Entre las obras expuestas de Lezama en esta ocasión, destaca un hermoso óleo sobre lino titulado “Tambor y corneta” (2010), con la dualidad característica de Lezama: un par de jóvenes, una mujer y un hombre, tomados de la mano y sosteniendo dichos instrumentos, ella el tambor y él la corneta. Ambos tienen los ojos cerrados. A él le sangran las rodillas y la nariz, a ella le escurre un hilo de sangre por el tobillo. La noche es verde, parece una noche que agoniza pero permanece estrellada. Y en ella, de fondo, como un pequeño regalo, un águila surca el cielo con una serpiente tomada por las garras y el pico. La tierra roja que pisan descalzos, empobrecidos, sus ropas blancas y el cielo verde: la bandera mexicana.

Este tipo de simbolismo abunda en una muestra tan cautivadora como provocadora, en un fin de semana en el que abunda la expresión pictórica, una de las expresiones que han recobrado vitalidad en los últimos años.

Obras maestras del surrealismo ocupan las salas del Museo del Palacio de Bellas Artes, la gran mayoría parte de la colección del Museo Boijmans Van Beuningen, de Países Bajos, poseedor de una de las mejores colecciones surrealistas de Europa. Asimismo, la exposición Vértigos del mediodía, una revisión a la obra inédita del maestro Daniel Lezama, abre al público este viernes

Una retrospectiva de Julio Galán

En el contexto del mes del orgullo LGBT+, la exposición Julio Galán. Un conejo partido a la mitad abre al público este sábado en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo. Curada por Magalí Arriola, la muestra presenta una revisión de la obra plástica del artista fallecido en Monterrey en 2006, así como su relación con la fotografía, el cine y el performance. Cuenta con más de 80 piezas entre pinturas y esculturas de colecciones nacionales e internacionales, así como fotografías y retratos de Graciela Iturbide, Juan Rodrigo Llaguno y Enrique Badulescu, objetos personales y material de archivo.

Julio Galán. Un conejo partido a la mitad

• Museo Tamayo Arte Contemporáneo
• Del 4 de junio al 4 de septiembre
• Daniel Lezama. Vértigos del mediodía
• Museo de Arte Moderno. Sala A
• Hasta el 23 de octubre

Obra destacada del surrealismo en Bellas Artes:

• Impresión de África (1938), de Salvador Dalí
• El testigo (1941), de Man Ray (arte objeto)
• El tabernáculo (1928), de Yves Tanguy (arte objeto)

ricardo.quiroga@eleconomista.mx