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Arte e Ideas

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Capital mental: La inexistente llamada papal

El aborto no es solamente un asunto de salud pública, jurídico o religioso. Es en el terreno de la moralidad y la realidad social donde surgen razones para su despenalización.

Que las mujeres callen en las congregaciones, pues no les está permitido hablar, sino que sean sumisas, tal y como la Ley dice .

Epístola de San Pablo a los Corintios.

El que la SCJN no haya reunido la semana pasada el mínimo de votos necesarios para declarar anticonstitucional una ley estatal que penaliza a las mujeres que decidan abortar, aumenta las probabilidades de que ellas sigan sufriendo abusos económicos, daños físicos y psicológicos, y el riesgo de morir.

Calificar de hipócrita el resultado no debiera considerarse excesivo, sino más bien descriptivo. El término hipocresía , etimológicamente, significa decidir por debajo de . Se ha actuado hipócritamente desde el momento en que se ha decidido legislar por encima de la realidad social. Se trata de una realidad innegable y terrible que viven miles de mujeres que a diario, en todos los rincones del país, se ven presionadas a interrumpir sus embarazos.

Como psiquiatra jamás he conocido a alguna mujer que, estando en su sano juicio, haya optado por abortar con el más mínimo sentimiento de alegría y/o satisfacción. Para casi todas ellas, de diferentes edades y condición socio-económica, ha sido difícil y muy doloroso recordar la manera en que llegaron a tomar la decisión de abortar. Incluso para aquellas mujeres que han sido víctimas de agresiones sexuales o a quienes sus médicos han informado sobre las probabilidades de tener hijos con malformaciones congénitas severas, el abortar ha significado siempre una decisión sumamente compleja.

Sin embargo, pareciera que esta realidad social y cotidiana no cuenta nada a la hora de señalar como delito una conducta que se despliega a todo lo largo de la historia de la humanidad.

Fue hasta casi finales del siglo XVI, noviembre de 1588, cuando el papa Sixto V lanzó su constitución apostólica "Effraenatum" contra el aborto. Hasta esa época no se consideraba homicidio la interrupción del embarazo antes de las 20 semanas de gestación, puesto que previo a ese período los fetos no eran vistos como personas. Resulta curioso que Sixto V, años antes de ser pontífice, fue enviado a Venecia en calidad de Inquisidor General y, cuenta la historia, que ahí se ganó tal fama de crueldad y empecinamiento por su labor que los mismos venecianos tuvieron que solicitar al Vaticano que regresaran a su enviado.

Otro dato curioso, aunque tal vez sin una relación precisa con el aborto, es que desde principios del siglo XVI el Coro de San Pedro en Roma estaba compuesto exclusivamente por voces masculinas, siguiendo a cabalidad el precepto del apóstol Pablo - antes Saulo de Tarso - con el cual las voces femeninas quedaban excluídas de la iglesia por ley. No obstante, fue hasta 1589 cuando el papa Sixto V expidió una bula que permitía oficialmente que los jóvenes castrati se integraran al mencionado coro.

El aborto no es solamente un asunto de salud pública, jurídico o religioso. Es en el terreno de la moralidad y la realidad social donde surgen razones para su despenalización.

Los sentimos pero esta llamada nunca ha existido o está fuera del área de servicio....pip, pip, pip.

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