Capital mental: El cerebro adolescente y Facebook

Si el cerebro de los jóvenes super aficionados al social networking tiene similitudes con el del ratón adolescente, aún es tiempo de tomar precauciones. Un grupo de investigadores norteamericanos descubrió recientemente que la falta de sueño provoca importantes alteraciones en la estructura y el funcionamiento cerebral en ratones adolescentes.

La interrupción del dormir de los ratones previno el crecimiento equilibrado de las conexiones neuronales en sus cerebros e incluso las redujo. Se demostró que la relación entre el tiempo transcurrido en vigilia o durmiendo, afecta directamente cuántas sinapsis se forman o destruyen en el cerebro adolescente del ratón.

De acuerdo, tal vez estoy exagerando al comparar un grupo de desvelados roedores de laboratorio con los millones de jóvenes noctámbulos, que se pasan horas y horas con la vista embarrada al monitor, mientras sus dedos se mueven velozmente sobre el teclado.

¿Qué sucedería – me pregunto - si Facebook tuviera la decencia de informarnos cuánto tiempo – después de medianoche dedican los usuarios adolescentes a intercambiar puntos de vista, anécdotas, bromas, chismes y hasta tareas escolares, mientras el resto de la familia los cree durmiendo plácidamente?

Obviamente, las redes sociales no son el único obstáculo para el buen dormir de los adolescentes y, por lo tanto, para el saludable desarrollo de su cerebro. Sin embargo, cada día son más los jóvenes que recortan el descanso nocturno con tal de estar conectados y evitar perderse alguna novedad o el más mínimo acontecimiento relacionado con sus contactos .

Un famoso grafiti del movimiento estudiantil de mayo de 1968 en París afirmaba que La vida está en otra parte . Hoy la vida parece estar cada vez más en internet que en cualquier otra parte y es que no deja de aumentar el número de muchachas y muchachos que eligen no estar cara a cara frente a sus amistades, familiares y sobre todo a sus objetos del deseo. Amor de lejos, es amor de internautas, alguien dirá.

Se trata de una vida donde se multiplican los aparatos electrónicos, privilegiando lo individual y apartado frente al contacto directo, en vivo y a todo color. Es una vida que prescinde de la cercanía – a menos que sea virtual -, donde estamos más cómodos y seguros lejos de la piel, del aliento, del calor y de los humores de los otros.

No hay que olvidar que las células del cerebro durante la adolescencia pasan por un período muy importante de rectificación y consolidación. Algunas conexiones neuronales (sinapsis) se fortalecen y otras – las que no están siendo utilizadas por falta de estímulos y aprendizaje – se pierden irremisiblemente. A este proceso fundamental de reacomodo cerebral se lo ha llamado poda neuronal , tomando como analogía la labor que se hace con las plantas para que crezcan fuertes y saludables.

Ahora lo importante será saber qué podría suceder con tantos adolescentes que están faltos de sueño y excedidos de Facebook. _ Pudieran haber cambios benignos, temporales y reversibles – advierte la Dra. Chiara Cirelli responsable de la investigación – o podrían presentarse consecuencias negativas en la maduración y el funcionamiento cerebral a largo plazo.