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Arte e Ideas

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Diplomacia científica, creadora de puentes

La AAAS realizó un documento de cómo el uso y cooperación de la ciencia son clave para mejorar las relaciones entre naciones.

Hoy en día no hay nada que no tenga un componente de ciencia, esto lo vuelve un área muy poderosa para intervenir, e incluso más allá del campo científico, pues la diplomacia científica abre canales de participación para después entrar a problemas mucho más complejos, políticos, controversiales y, aun así, lograr consensos.

Es posible, estimado lector, que nunca haya escuchado el término diplomacia científica; sin embargo, e incluso involuntariamente, es una práctica de muchos años atrás. El uso y cooperación de la ciencia como creador de puentes para mejorar las relaciones entre naciones tiene muchos ejemplos, y Marga Gual Soler, directora de Proyecto en el Centro para la Diplomacia Científica en la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por su sigla en inglés), nos habló de esto en el pasado Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Cuando se trata de cooperar alrededor de la ciencia las naciones pueden llegar a un entendimiento y a un espacio de consenso (...) Desde el Programa Apolo, en 1975, el proyecto de telescopios ALMA, en ?Chile (con 19 países), o la Estación Espacial Internacional ( con 16 países), hasta el acelerador de partículas que se construye en Oriente (el Proyecto Sésamo), cuenta con la participación de 10 países, varios de ellos en guerra (...) Otro ejemplo es el mismo Estados Unidos y Cuba, la ciencia ha sido instrumento fundamental para favorecer algunas de las conversaciones y mecanismos que han dado lugar a la reciente normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países , dijo la también investigadora en biomedicina.

Gual explicó que esto sucede porque los científicos de todo el mundo tienen la misma forma de trabajar así como mentalidades y objetivos muy similares, los cuales muchas veces no están condicionados por ideologías políticas; la ciencia es una muy buena forma de romper el hielo entre países , añadió.

Gracias a las cooperaciones internacionales en investigación, los científicos pueden ver a la diplomacia y a la política pública como algo cercano, no como algo ajeno, y los diplomáticos pueden ver a los científicos como personas de gran ayuda que les proporcionan la información que necesitan y como herramientas para acudir a negociaciones complicadas.

Una práctica cada?vez más formal

Marga aseguró que aunque esta práctica es de siglos atrás, faltaba un marco teórico para hacerla más formal y operativa, y así poder definirla y categorizarla, por lo que en el 2010 se llevó a cabo en Londres entre la AAAS y la Royal Society una reunión, de la cual salió el documento New Frontiers in Science Diplomacy , el cual indica cómo ciencia, tecnología y innovación están cambiando los equilibrios de poder en el mundo.

Este documento se convirtió en una base importante. Es el primero que describe e intenta crear este marco teórico para que la diplomacia científica sea un campo de estudio, se pueda investigar, enseñar y practicar.

Hoy la AAAS decidió lanzar un estudio global que pretende armar un catálogo o menú con posibles modelos que existen en el mundo para cumplir ese objetivo de acercar a los científicos y a los tomadores de decisiones, será presentado en su próxima Reunión General.

En él se analizó cómo están abordando este tema otros países, sus mecanismos para que los científicos puedan acceder a la política pública o, en su defecto, por qué no existen esos programas y cuáles son las barreras.

Gual Soler explicó que el AAAS S&T Policy Fellowships Program, el cual incorpora anualmente a científicos e ingenieros en las políticas públicas de Estados Unidos en los tres niveles de gobierno (Ejecutivo, ?Legislativo y Judicial), ha intentado ser replicado en otras naciones en los últimos años, pero al ver que éste no es fácil de adaptarse a otros países, porque en Estados Unidos se rige bajo un sistema parlamentario y por las características particulares de cada nación, fue que nació la idea de generar el documento.

Un primer acercamiento?por parte de México

Nuestro país también ha intentado crear una versión similar, aunque aún sin tanto éxito; sin embargo, Marga Gual asegura que México ha sorprendido en las reuniones por sus ideas y está en el camino de la diplomacia científica.

Nosotros conocimos lo que está haciendo México a raíz de una reunión en Washington a la que asistió José Franco, coordinador general del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT); él presentó el proyecto de organizar una oficina de información científica dentro del Senado de la República y la Cámara de Diputados.

Me llama la atención que México no intentó crear de cero un modelo, sino que lo hizo a través de la cooperación con el Reino Unido, que cuenta con un sistema de información científica muy bueno, de los mejores del mundo. El FCCyT hizo un convenio con el Parlamento británico para intercambiar experiencias, representantes del Foro fueron a Londres y los del Parlamento hicieron lo propio para acortar el tiempo entre la idea y la implementación. Estamos muy contentos de ver que México está avanzando en esta dirección , dijo.

Agregó que no hay que reinventar la rueda: Lo mejor es cooperar internacionalmente con los países que lo han hecho exitosamente, adaptando los modelos al contexto y la realidad política, social e histórica de cada nación .

Sobre AAAS S&T Policy Fellowships Program

Este programa incorpora a científicos e ingenieros en las políticas públicas de Estados Unidos. Nació en 1973, con siete científicos que entraron a formar parte del equipo de apoyo de los congresistas y senadores durante un año; hoy son más de 300 investigadores en los tres niveles de gobierno y más de 3,000, los egresados de este programa.

Los criterios para seleccionar a los científicos y tecnólogos que se incorporarán a las áreas de gobierno son: tener doctorado, contar con bagaje científico relevante, capacidad de desempeñarse fuera de un laboratorio, lenguaje común con los tomadores de decisiones, para poder comunicarse, iniciativa, poder resolver problemas, buen juicio, cualidades de liderazgo, entre otras. (Con información de AMC)

nelly.toche@eleconomista.mx

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