Lectura 4:00 min
Evalúan potencial de la industria audiovisual como motor de la economía
Para impulsar el potencial del sector del entretenimiento es necesario que los tomadores de decisiones asuman el tema como una prioridad, señalan especialistas en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
La industria audiovisual en todo el mundo se encuentra en un momento de plenitud, no deja de crecer y de diversificarse. La crisis derivada de la pandemia puso en evidencia que los países requieren de nuevos motores de la economía y los sectores creativos, en particular el audiovisual, tienen la posibilidad de mover grandes cantidades de dinero en plazos cortos. Por esa razón cumplen con el perfil para convertirse en motores económicos.
No obstante, para que este crecimiento sea sano debe de ir acompañado de políticas públicas no solamente sólidas sino flexibles, de tal manera que puedan adaptarse a la realidad cambiante de la industria y el potencial de sus contenidos, formatos y alcances.
De esto se habló este sábado en el conversatorio “Políticas públicas para una industria audiovisual robusta”, que se llevó a cabo en el marco de la edición 37 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara y del que tomaron parte Pierre Vandoorne, director de asuntos de política pública de Netflix para México; Jorge Riggen, cineasta y director del programa Filma en Jalisco; Manuel Mandujano, jefe de Tecnologías e Industrias Creativas de la Embajada Británica en México, y Steve Solot, asociado para América Latina de la agencia de consulta especializada para industrias creativas Olsberg SPI.
Para entender los problemas públicos sobre los que habrán de tomarse decisiones políticas, dijo Pierre Vandoorne, es necesario desarrollar mecanismos de captación de datos, es decir, generar información cada vez más focalizada que permita conocer a fondo la industria, sus necesidades y las políticas públicas necesarias.
“Todos y todas tenemos opiniones sobre lo que está bien, lo que está mal, sobre qué necesita el sector audiovisual o el cine de un país o la industria y qué se tiene que hacer para impulsarla. Ninguna política pública sólida va a ser efectiva si no se basa en algún tipo de evidencia comprobable”, dijo el representante de Netflix. El tema, añadió, “tiene que ser priorizado, tiene que haber decisión política, tiene que haber personas en los gobiernos regionales y federales que consideren esto como una prioridad”.
En gran parte gracias a la irrupción de las plataformas de contenidos bajo demanda, el consumo audiovisual se ha vuelto heterogéneo, es decir, busca la diversidad. Los públicos nos hemos reacostumbrado a contenidos diversos.
“La diversidad es un valor intrínseco pero también es un valor económico importante. A pesar de todo, el impacto de la industria audiovisual en nuestros países no es lo suficientemente reconocido en el ámbito de la política pública en un campo que podría ser impulsado y multiplicado con políticas públicas adecuadas, y en gran medida es a causa de esa carencia de información”, remarcó.
Por su parte, Steve Solot declaró que “somos testigos de un boom de la producción de los contenidos audiovisuales y ese boom ya estaba pasando antes de la covid-19, precisamente con la llegada de las plataformas de streaming, aunque aumentaron dramáticamente durante la pandemia y las demandas para producción de contenido siguen incrementando”.
El representante de Olsberg SPI lanzó un planteamiento: “sí, estamos pasando por un boom de producción, pero ¿hay crews, hay equipos suficientes para atender la demanda? No hay los equipos capacitados para atender la demanda. Este punto es parte fundamental de la ecuación del ecosistema para poder garantizar un ambiente favorable para sostener una industria robusta de contenidos”.
La edición 37 del FICG organiza una serie de mesas sobre la industria cinematográfica y sobre perspectiva de género dentro de la misma, las cuales tendrán lugar a lo largo de la semana.