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Arte e Ideas

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Tendencias de la moda (televisiva) para el 2014

En la temporada otoño-invierno de la tele estadounidense, algunos temas hoy omnipresentes caerán en el olvido, mientras que otros toman su lugar para llenar las pantallas.

De la misma manera en que algunos festivales de alta costura europeos marcan las tendencias de moda para la temporada (o algo así, no es precisamente mi tema), la televisión estadounidense sigue también tendencias que usualmente replican lo que otros están haciendo con ganas ambivalentes de hacerlo mejor o en su defecto abrevar del éxito ajeno.

Las modas televisivas siguen un ciclo vital similar al de cualquier otra, saturando la oferta en determinado tiempo para entrar en decadencia poco después. En las televisivas, como todo el ámbito cultural, algunas tendencias van aparejadas a sus contrapartes literarias y hasta cinematográficas.

Un reporte reciente de Entertainment Weekly señala algunos de los temas que serán favoritos en el 2014 y aquellos que han caído en desgracia e irán saliendo del aire.

Un ejemplo de estos último serán las series basadas en cuentos de hadas (Once Upon a Time, Grimm, Beauty and the Beast) que surgieron al mismo tiempo como maldición de alguna bruja malvada y ahora se van sin muchos aspavientos cuando el encantamiento se diluyó. La encarnación final de esta moda será la serie Esmerald City, que transcurre en el mundo de Oz, y verá luz a finales del año.

Otra moda en decadencia son las historias de vampiros, que aunque estaban presentes en el prime time estadounidense desde tiempos de Buffy Vampire Slayer y se podría alegar que pertenecen a la categoría de los temas que siempre estarán ahí. Lo cierto es tuvieron una resurgencia casi enfermiza después del fenómeno Twilight. Para los que suspiran aliviados, no canten victoria. Los vampiros tienen mucho tiempo en la alineación y seguirán, tendremos que conformarnos con que claven la estaca a las historias de romance adolescente entre vampiros y humanas. Este año sólo se proyectan dos nuevas series: la basada en Del crepúsculo al amanecer de Robert Rodríguez, y la basada en la trilogía de Guillermo del Toro iniciada en Nocturna (The Strain).

Tal parece que los dramas legales, esos que alcanzaron su pico en la época en que David E. Kelley era una suerte de Rey Midas (Los practicantes, Ally McBeal), al mismo tiempo del boom de una década de la franquicia de La ley y el orden, ha llegado a sus últimos casos. En el panorama, si sobrevive The Good Wife, quedará el piloto de Shondra Rhimes (Scandal) sobre estudiantes de derecho (intentos previos de abogados estudiantes han fracasado. ¿Alguien recuerda Raising the Bar?).

En el otro lado del espectro, el reporte de la revista más destacada del entretenimiento de EU señala el aumento del interés por los zombies, sea por el éxito de The Walking Dead, y la presencia reciente en cines de cintas desde Mi novio es un zombie hasta World War Z (ambas basadas en novelas de culto). Este año NBC apostará por una rareza contradictoria llamada Babylon Fields sobre zombies que quieren sus vidas previas de vuelta, y CW por iZombie de Rob Thomas, sobre un médico forense que resuelve crímenes y come cerebros. No cabe duda que el creador de Verónica Mars siempre tiene una propuesta fresca en el bolsillo.

El artículo señala el debut de una nueva generación de policías en poblados pequeños, y las habituales mutaciones de programas de éxito, como una nueva franquicia de NCIS, ahora en Nueva Orleans y a cargo de Scott Bakula. NCIS que ha tomado la batuta de CSI (que a su vez la tomó de Law & Order), sigue siendo uno de los programas con mayor rating de la televisión estadounidense. El policíaco nocturno que vende la certeza de una fuerza siempre presente para cazar los horrores de la vida urbana y moderna.

Otros temas tienen para rato como la presencia continuada y sobrada de dramas de superhéroes que siguen explotando la veta que alguna vez provocó Heroes y Smallville, pero a cargo de las nuevas corporaciones surgidas de los antiguos gigantes del cómic. Así, Marvel seguirá con su Agents of S.H.I.E.L.D. y DC en la CW, continuará el éxito de Arrow con la aparición de Flash.

La otra tendencia perenne de la TV estadounidense es fusilarse series británicas para hacer versiones con mayor presupuesto y menor calidad, cuya encarnación más reciente es House of Cards. No cabe duda que en algún lugar de Los Ángeles alguien está analizando cómo hacer la versión bostoniana de Downton Abbey.

La paranoia -parte endémica del espíritu estadounidense-, no dejará nuestras pantallas. Desde Person of Interest, hasta Homeland y la espléndida y más arriesgada The Americans, el prime time seguirá enfocado en las amenazas para el sueño americano. Series de espías para enfrentar todo tipo de amenazas verán la luz, pero quizá la más anticipada de este 2014 no sea un producto nuevo, sino el regreso de Jack Bauer (24) quien vuelve para tener un mal día, pero en Londres.

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