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Arte e Ideas

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“Tenemos que ponerle el acelerador a la innovación”

La publicación del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación será el inicio para que México entre en una nueva fase.

Uno de los principales retos para el sector científico mexicano, y no sólo para ellos sino para empresas, gobierno y sociedad en general, es poner a la ciencia y el conocimiento al servicio de los problemas sociales.

Luego de que este miércoles entrara en vigor el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (Peciti) 2014-2018, coordinado y ejecutado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el doctor José Franco López, director de Comunicación de la Ciencia de la UNAM y ex presidente desde hace unas semanas de la Academia Mexicana de Ciencias, comparte algunas reflexiones y su preocupación por emprender un trabajo que involucre al sector empresarial, de investigación, gobierno y sociedad en la construcción de proyectos de innovación científica y tecnológica, pero también -y de manera importante- la innovación social.

Ante este desafío, tenemos que ponerle el acelerador a la innovación , que es en lo que estamos más atrasados, dice Franco López, y comenta que la construcción de infraestructura tanto humana como física para hacer ciencia es algo que se ha venido dando paso a pasito: Hoy tenemos grupos científicos trabajando en temas muy relevantes, algunos en la punta del conocimiento, otros un tanto rezagados, pero con un sistema que tiene cierta salud, aunque en números son pocos los científicos .

Recordó que estos avances se han dado dentro de las universidades públicas, pero desafortunadamente la relación con el sector productivo no se ha dado con la misma fuerza y esto repercute seriamente, pues México ha ido perdiendo competitividad a lo largo de muchas décadas, de ahí la necesidad de trabajar esta relación academia-sector productivo y dejar el discurso para pasar a los hechos.

Y ese paso ya empezó con la firma del Acuerdo para el Impulso y Fortalecimiento Nacional de la Innovación y Desarrollo Tecnológico Industrial y la Vinculación Efectiva entre Universidades y Sector Productivo: La inversión privada como motor para el desarrollo científico y tecnológico nacional.

Con la participación de instituciones como Conacyt, diferentes universidades estatales, ANUIES, la UNAM, las comisiones de Ciencia y Tecnología de las Cámaras de Senadores y Diputados y grupos empresariales como Canacintra, Coparmex y Concamin, se pretende analizar región por región y establecer cuáles son las fortalezas en la parte académica, cuáles son las necesidades del sector productivo, y de manera congruente tratar de generar iniciativas que se presenten al Ejecutivo federal, como titular del Consejo General de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación, para llevarlas a cabo.

El astrofísico comentó sobre los foros que se llevarán a cabo como parte del Acuerdo para acercar a los diferentes involucrados y crear un plan coordinado a largo plazo, que dé continuidad al Peciti, mismo que si bien de momento va del 2014 al 2018, tiene una proyección de 25 años con las mejorías que se le puedan ir implementando en el camino.

Según los expertos, la confianza entre las personas es fundamental, pero en México existe una falta de confianza histórica y un desconocimiento entre científicos y empresarios. ¿Está cambiando esto?

Esa confianza debe construirse. Lo primero que hay que hacer es reconocer las aptitudes y los potenciales de cada uno de los grupos. Por un lado la preparación, capacidad y cuidado riguroso del grupo académico y en la parte empresarial está su poder de trasformación, de generar empleos, de activar y empujar la economía. Son ámbitos diferentes y complementarios que se deben sumar.

El poder transformador de la ciencia y la tecnología y el poder transformador de la economía son grandes y sumados son una gran fuerza; además, hay una ventana de oportunidad importante en la apertura del gobierno federal en estos dos ámbitos, dando un espacio en la agenda nacional e incentivando esta relación.

Por momentos, pareciera que se olvida que México es una de las 16 economías más grandes del mundo que generan 80 % del PIB global. ¿Nuestro problema es realmente de producción o es más bien de cómo se hace esa producción? ¿Nuestros modelos de producción fomentan la desigualdad?

La innovación empresarial, que genera productos para satisfacer necesidades, es muy importante, pero también se requiere innovación social.

Los programas asistencialistas con los que hemos vivido por muchos años no han tenido el impacto que se requiere. Deberías enseñar a pescar para que se pueda resolver el problema a futuro, que el conocimiento permita nuevas formas de gestión y de operación con visión específica, resolver los grandes problemas de nuestro país que también implican muchas oportunidades de negocios para muchas empresas. El conocimiento y el talento al servicio de los problemas nodales del país, pobreza, alimentación, etcétera, porque efectivamente, de nada sirve ser la economía número 14 cuando la mitad de tu población vive en la pobreza. Los beneficios no están llegando a la gente.

José Franco concluyó que la ciencia debe estar al servicio de grandes problemas: ¿Cómo le haces para que la medicina impacte en todos aquellos que la necesitan, en los que tienen menos recursos y menos acceso a la salud? Se necesita la suma de todos, la ayuda de todo mundo. En este ámbito el legislativo ha fortalecido esta labor, bienvenida toda la fuerza para presentar un plan flexible, transversal y sistemático que se aproveche para fortalecer vínculos existentes y crear nuevos .

nelly.toche@eleconomista.mx

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