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Todos los superhéroes tienen una tragedia
La película de Joss Whedon tiene sus hoyos negros pero no deja?de ser un gran show de cinco pistas.
Llegó el verano, niños y niñas. Saquen las palomitas y los lentes 3D. Prepárense para escenas de acción tras escenas de romance.
No, no tengo mal el calendario. Pasa que ahora las grandes superproducciones marcan el paso del año. Y ya llegó el verano con el estreno de Avengers: la era de Ultrón, la segunda entrega de la saga de los Avengers, el grupo de héroes estelar de la casa de comics Marvel.
¿Segunda entrega? En realidad cada una de las películas de Marvel, en este último renacimiento del cine de superhéroes, está ligada de algún modo. Se trata de recrear la experiencia del lector de historietas, que va de título en título siguiendo una trama amplia, y en el ínter ir disfrutando de tramas más pequeñas.
En fin, divago. Lo que verdaderamente importa es: ¿está buena la nueva de Avengers? Sí, sí, sí. Es entretenimiento puro. Es tan del verano que hasta hace calor en el cine. Pero no crea que todo es ruido y chistecillos, no. La cinta tiene sus giros oscuros de lo más interesantes.
Todo es culpa de Iron Man, siempre de Iron Man. A Tony Stark (Robert Downey Jr.), el tipo detrás de la máscara, siempre se le riegan las canicas por ser tan codicioso. El asunto es que Stark y compañía (es decir, todos los Avengers) rescatan el báculo de Loki. En la joya del báculo, Stark y Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo) encuentran una poderosísima inteligencia artificial. Claro, piensa Stark, esto es lo que estaba esperando para crear la paz eterna que necesita la Tierra. Ha nacido Ultrón.
Como todo gran plan pacificador en la historia de la humanidad el plan se retuerce hasta el horror. Ultrón es tan megalómano como Stark y peor, porque se convierte en un robot imparable que decide que el siguiente paso de la evolución humana es la extinción.
Suena a que hay que ser un ?megageek para entender el merequetengue, pero no. La película es tan divertida que sólo basta dejarse llevar por el ruido y el drama.
Eh, pero ahí está la falla original de la cinta, que no es perfecta: Joss Whedon, el director, tiene que lidiar con un montón de personajes principales y a cada uno ha de darle su espacio para que se luzcan. y de repente estamos ante un mamotreto sin progresión dramática y uno se pregunta: Whats the point? .
Pero Whedon se recupera como los grandes pugilistas. Y lo hace dándole a cada héroe su lado oscuro. En una secuencia magnífica es revelado el más grande temor de cada uno de los Avengers, su pasado doloroso, su tragedia. Porque sí, detrás de cada héroe hay una gran tragedia.
Después de esta entrega de Avengers viene en fila un montón de otras películas de Marvel de las que la era de Ultrón es una especie de germen. Se puede ver así, como la están viendo millones de fans de los cómics en el mundo. O simplemente como un divertimento que empieza y termina aquí.