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Capital Humano

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Salario mínimo: La antesala de incrementos históricos

La desindexación del salario mínimo, los acuerdos comerciales y hasta la apertura del sector empresarial, son también factores que incidieron en condiciones adecuadas para las alzas históricas al salario mínimo. 

Además de la voluntad política, una serie de factores se combinaron para permitir las alzas históricas al salario mínimo.SHUTTERSTOCK.

En el sexenio pasado el salario mínimo en el país tuvo incrementos históricos en beneficio de los trabajadores. Pero si bien la política de recuperación salarial impulsada por Andrés Manuel López Obrador influyó, hubo una serie de factores previos que generaron las condiciones para que esto fuera posible. 

La presidenta Claudia Sheinbaum continuará con la política de recuperación salarial. Para el  siguiente año se acordó un aumento del salario mínimo de 12%, de esta manera la remuneración básica habrá pasado de 88.40 pesos en 2018 a 278.80 pesos diarios. 

En entrevista con El Economista, Jesús Carrillo, director de economía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que uno de los factores para lograr los aumentos salariales en el país ha sido los acuerdos tanto de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), las empresas, y el gobierno en turno.

“Yo creo que, desde finales del sexenio de Enrique Peña Nieto, ya estaba muy claro que se tenía que avanzar en la recuperación del salario mínimo. En segunda instancia, me parece que en los últimos años se ha mostrado que el efecto concreto en términos de empleo e inflación es lo suficientemente limitado como para poder pensar que los beneficios de incrementar el salario mínimo superan a los costos”, comenta.

Sin embargo, expone que los aumentos salariales reflejan que existe una cantidad limitada de trabajadores que se benefician realmente.

“Creo que este impacto es limitado en términos de personas, porque pues nada más llega a trabajadores formales y que están por debajo del nuevo umbral del salario mínimo. Entonces yo creo que eso refleja la dinámica laboral mexicana, pues que todavía es muy informal. Y el salario mínimo, sí es una buena noticia, impacta los trabajadores, pero son una fracción, son la cuarta parte de la cantidad de trabajadores que tenemos en la informalidad”, indica.

El especialista destaca que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no es el único detonador para incrementar el salario mínimo, ya que se tienen otros elementos previos que vienen desde el sexenio de Enrique Peña Nieto.

“La desindexación del salario mínimo si es crucial, era simplemente un ajuste que era importantísimo, ese sí era esencial, pero es como una herramienta, no una causa para el incremento del salario mínimo”, señala.

Sostiene que los aumentos salariales en general son una buena noticia, porque sin duda genera mejores condiciones para los trabajadores en el país, porque también puede ayudar a incrementar la demanda agregada, el consumo de bienes y servicios, y por lo tanto impulsar más a la economía.

“Lo que a mí me preocuparía es el impacto en las empresas más pequeñas que lo aclara bien la Conasami, es el segmento que menos empleo genera. Por ahí yo creo que, hacia adelante, hay que mantener el ojo muy bien puesto, para ver qué pasa sobre todo en las empresas pequeñitas, no en las microempresas”, apunta.

Las huelgas 

Andrés Peñaloza, presidente de Bialii, Asesoría e Investigación A.C., retrocede aún más en el tiempo y considera el aumento salarial en México fue gracias a diversos actores políticos y sociales, que en diversos momentos ayudaron para que se iniciara un proceso de recuperación del poder adquisitivo.

“Destacaría en primer lugar, las movilizaciones populares sindicales que se dieron a fines de los años 70, y sobre todo el primer tramo de los años 80, ya que fueron determinantes para cuestionar una política muy severa que lesionó las condiciones de vida de la clase trabajadora”, recuerda el experto.

Señala que, en esos tiempos, la caída del poder adquisitivo de la población fue de más del 75%, y que de ahí se realizaron las primeras protestas.

"En estos años de las consignas eran 'salario mínimo al presidente para que vea lo que se siente', es decir, refleja el sentido de la época. Se crearon frentes populares sociales y sindicales en contra de la carestía, la austeridad y la merma de los salarios, fueron los años en que en más de 20 veces ocasiones los incrementos a los salarios mínimos, están por debajo del de la inflación fueron años tristes para la clase trabajadora”, indica.

Resalta que, en los años 90, en el marco de las negociaciones del Tratado Libre Comercio de América del Norte se había colocado a la agenda laboral como prioridad.

“En el marco de las negociaciones del T-MEC, se lograron meterle algunos dientitos al nuevo acuerdo comercial con el Capítulo Laboral que ya contempla algunas sanciones incluso arancelarias, y para aquellas empresas que incumplen con la libertad y la democracia sindical”, apunta.

Dice que otro factor que se olvida, pero que fue clave para que aumentara el salario mínimo, es Donald Trump, en 2015 durante su campaña para la presidencia de Estados Unidos detectó una pérdida de empleos en su país, y eso presionó a México en los incrementos a los salarios.

“Ya en la campaña de Andrés Manuel López Obrador, el planteamiento de su plataforma electoral era bastante conservadora, no iba más allá de plantear que iba a haber incrementos a los salarios mínimos por encima de la inflación, sin mayor compromiso. El aspecto novedoso fue que un grupo regional fronterizo le propuso durante el periodo de transición al candidato electo López Obrador que ellos estarían dispuestos a duplicar el salario mínimo en la frontera norte, siempre que se les garantizarán ciertos estímulos fiscales”, concluye el experto.

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