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No más guardias de castigo para médicos residentes; Congreso reaviva el debate legal
Hay una NOM que regula los horarios de internos y residentes, pero en la práctica ocurre algo muy distinto, dice la diputada Mary Carmen Bernal. El castigo predilecto de los médicos con un rango superior es dejarles una guardia de viernes a lunes, que muchas veces se extiende hasta el miércoles al combinarse con su guardia normal.
“En el 1º de octubre he tenido que dormir en las escaleras porque no tenemos lugar de descanso”; “dormir 30 minutos en dos días no es humano”; “fuera las guardias de castigo”. Las denuncias de las condiciones indignas de trabajo que padece el personal de medicina en formación están siempre latentes y sólo nos detenemos a verlas cada vez que les ocurre algo más grave.
La forma en la que se desarrollan las guardias médicas en México “es violatoria de las normas internacionales, así como de la Constitución”, señala la diputada federal Mary Carmen Bernal Martínez (PT), quien presentó una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud para que las guardias de pregrado y de las residencias de especialización no sean excesivas y sean remuneradas.
Pero primero, expliquemos qué ocurrió para que nuevamente estas denuncias fueran expuestas públicamente. El martes 18 de octubre, Fernando Villalobos, médico interno de pregrado (MIP) fue acusado de robo de material por autoridades del Hospital 1º de Octubre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
De inmediato, sus compañeras y compañeros exigieron su liberación y una mejora a las condiciones generales en las que hacen su labor. El joven estuvo detenido en una agencia del Ministerio Público hasta el viernes 21, cuando fue liberado con ayuda de su familia. Sin embargo, los cargos no han sido retirados y la situación para el resto sigue igual.
Así que el domingo 23 de octubre, en el marco del Día del Médico, convocaron a un paro nacional de MIP y en el hospital que acusó a Fernando colgaron un tendedero con testimonios y denuncias sobre sus condiciones. Además, el lunes 24 marcharon de la Plaza de las Tres Culturas al 1º de octubre.
“36 horas de guardia, 48 horas en el MP. #JusticiaParaFer”, “Cuidamos su salud a costa de la nuestra. No comemos, no dormimos y además nos tratan como delincuentes”, fueron algunas de las frases que se dejaron ver en la protesta.
Un día (o tres) en la vida de un residente
Las guardias médicas de residentes están reguladas en la norma oficial mexicana NOM-001-SSA3-2012, Educación en Salud, la cual indica que quienes cursan una residencia “deben estar disponibles cuando sus servicios sean requeridos durante la realización de las guardias. Cuando no sea así, podrán hacer uso de las áreas de descanso para médicos residentes con la autorización del responsable del servicio”.
Deben estar calendarizadas en el programa operativo, serán sólo tres veces por semana como máximo y tendrán intervalos de por lo menos dos días entre cada una de ellas. “En días hábiles, las guardias inician a la hora que termina el turno matutino y concluyen a la hora establecida para iniciar el turno matutino siguiente”. Pero los fines de semana y días festivos duran 24 horas.
No obstante, en la práctica, las guardias médicas se han desarrollado de otra manera, dice la diputada Mary Carmen Bernal en la exposición de motivos de su propuesta de reforma, y llegan a durar 36 horas en días feriados. Los días hábiles entran de 6:00 a 7:00 o de 7:00 a 8:00 horas, terminando a las 15:00 horas del día siguiente, o sea, 32 horas consecutivas.
Además, tienen clase todos los días y una vez a la semana se hace revisión de artículos académicos y casos clínicos. “Se realiza entrega de guardia (hallazgos, incidentes ocurridos, quejas acuses de residentes de menor y/o mayor jerarquía, además se entrega una lista de toda productividad realizada)”.
El horario para su desayuno es generalmente entre 7:30 y 8:30 horas, pero “regularmente no se realiza porque en cada servicio es el pase de visita a los enfermos y entrega de guardia. En área quirúrgica (cirujanos y anestesiólogos) a las 8:00 inicia cirugía”.
No hay tiempo fijo para la comida y el de la cena es de 19:30 a 20:00 horas. “La calidad de la comida es mala, hipercalórico, alta en carbohidrato e hipoproteica”.
La legisladora informa que “en todas las residencias médicas existen los ‘castigos’ por faltas inverosímiles”, como ir al comedor a tomar sus alimentos. “El castigo predilecto es el de dejar a los residentes de grados inferiores castigados todo un fin de semana (viernes, sábado, y domingo), con salida el día lunes, pero si tiene su guardia normal, saldría hasta el día miércoles”, destaca la legisladora.
No en todas las residencias médicas se cuenta con áreas de descanso, ni regaderas, detalla. Todo esto viola las normas internacionales y Constitución, dice, “la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el Convenio de 1919, limitó el trabajo en la industria a ocho horas diarias y un máximo de cuarenta y ocho horas por semana”.
Por ello, propone agregar un tercer párrafo al artículo 95 a la Ley General de Salud el cual indicaría que: “Las guardias realizadas durante el internado de pregrado y de las residencias de especialización no deberán tener una jornada mayor a la permitida por la ley, salvo que el servicio así lo requiera; tampoco deberán ser inhumanas, excesivas o peligrosas, serán remuneradas y gozarán de las demás prestaciones de ley”.
Las y los jóvenes que están siendo sometidos a guardias tan brutales, tienen diversos problemas de salud, tanto física como mentalmente, subraya la diputada. Es urgente cambiar esta situación, apunta.