El Tri, ?una manera ?de entender la esperanza

Nadie olvida aquella noche del 11 de octubre. Faltaban sólo cinco minutos para que finalizara el cotejo de la eliminatoria mundialista entre México y Panamá. Entonces, un joven campeón olímpico, con todo un futuro por delante, prendió una pelota de chilena en los linderos del área panameña que terminó incrustándose en las redes canaleras.

Raúl Jiménez, el autor del tanto, que a la postre fue reconocido como el mejor del año por la Concacaf, tranquilizó con esa exquisita anotación a su país, a más de 100 millones de mexicanos que estuvieron pendientes aquella noche, en la que México buscaba mantenerse con vida de cara al Mundial de Brasil 2014.

Tampoco se olvida que en el 2012, México por primera vez logró el título olímpico, ni que en la división Sub-17 el Tri se consagró Campeón en la Copa Mundial del 2005, con sede en Perú, y por segunda ocasión en el Mundial Sub 17 del 2011, con sede en México.

Ésos son quizá los capítulos más emotivos, pero sobre todo, los que otorgan más orgullo a la afición mexicana. Y es que se dice que la selección nacional produce sentimientos de pertenencia que casi todos los seguidores llegan a experimentar.

Pero ¿por qué la afición se identifica de esta manera con la selección? Es una pregunta que tiene millones de respuestas , explica Miguel Ángel Lara, investigador de la Universidad Iberoamericana y experto en temas relacionados con el deporte, la cultura y la sociedad.

Esas respuestas están en la actitud de cada uno de los mexicanos. Sin duda el futbol, más allá de las presiones mediáticas y enlaces que tenga con el poder, por algo es el deporte de los deportes. Porque a través del futbol le puedes dar millones de lecturas a diferentes problemas que tiene el país , explica Lara.

Es por ello que no es raro ver que haya aficionados que lloren, griten, enloquezcan y hasta se emborrachen cuando la selección mexicana gana o pierde un partido, sea importante o no.

De acuerdo con Roger Magazine, doctor en Antropología Social y catedrático de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México.

Yo creo que creamos un tipo de relación emocional con diferentes niveles de organización social, la base donde aprendemos primero es la familia, luego aprendemos de otras unidades, como la escuela, la nación, y es específicamente en ésta donde los sentimientos que se crean se ven en todo un grupo, es algo que uno siente , explica Magazine.

Pero ¿por qué se producen estos sentimientos de solidaridad y cuál es su alcance en la definición de lo nacional?

Miguel Ángel Lara explica que el imaginario colectivo ha encontrado a la selección mexicana como una imagen aspiracional, que además se ha ido consolidando gracias a diversos factores: El sentido de lo nacional requiere de una repetición y una actualización constante para que sea válido y tenga vigencia, es decir, debe ser ritualizado.

¿Por qué genera tanta expectativa? Porque es una manera de entender a un México que siempre ha jugado con la esperanza, que ha sido factor del sostenimiento del poder. Pero la esperanza tiene muchas aristas: salir de pobre, pagar mis deudas, rezarle a la Virgen para que me haga un milagro, lo mismo pasa con la selección nacional , explica Lara.

Y además, destaca que uno de los factores que han logrado enraizar a la selección en el corazón del aficionado es precisamente ese sentido de lo nacional que se ha dado con el tiempo.

En el futbol sucede exactamente igual. El sentido de lo nacional con respecto al deporte está relacionado con mitos que se actualizan a medida que pasa el tiempo. Pero para que estos mitos funcionen, deben estar basados en épicas, en gestas que puedan ser narradas como grandes hazañas , asegura el investigador.

Por último, Roger Magazine explica que el fanático de la selección puede ver a la selección desde un punto más emocional.

Se puede ver en metáforas, se hace referencia a la familia, y esto se puede transferir a los equipos de los clubes, en donde también se sienten parte de; cuando la selección pierde es como si uno mismo perdiera y también tiene un poco de emocional, la misma manera en la que sentimos cuando alguien de nuestra familia tiene problemas y nos afecta, sucede lo mismo con la selección, porque estamos en un nivel emocional con ellos , concluye.

Así, nadie puede sentirse culpable si llora, sufre o se emociona con una derrota, o qué mejor, con un triunfo de la selección nacional, pues al parecer, el Tri, ese mismo grupo que dirige Miguel Herrera, el mismo que lidera Rafael Márquez y el mismo que casi se queda fuera del Mundial, es prácticamente, uno de los nuestros.