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Las manos de un suplente dan la corona

El Dt de Torreón, Pedro Caixinha, ganó su primer título en el futbol mexicano y se lo debe al portero que es banca en la liga, el joven Julio González.

Pedro Caixinha apareció para repartir abrazos dentro de la cancha entre todos sus futbolistas, aunque el más efusivo fue para el joven Julio González, juvenil guardameta que luego de causar dudas sobre su nivel y de la decisión de su entrenador de dejarlo jugar la final mientras Oswaldo Sánchez se quedaba sentado en la banca, se convirtió en el héroe de la victoria 6-4 (2-2 en los 90 minutos) de Santos sobre el Puebla.

Al arquero de 23 años, que en la Liga está condenado a ser el suplente de Oswaldo, se le asomaron las lágrimas luego de que Francisco Torres fallara el penal que decretó la victoria santista, resultado que pudo llegar gracias al penal que le atajó a Alberto Acosta, elemento poblano que con frustración vio cómo González se estiró cual largo es y con su palma izquierda atajó el disparo. Un cobro más tarde Paco Torres no pudo con la presión y mandó el esférico al travesaño.

Anoche no se habló de los goles de Andrés Rentería y Néstor Calderón, que habían puesto en ventaja en dos ocasiones a Santos, club que se vio alcanzado aun con un hombre más sobre la cancha tras la expulsión de Mauricio Romero al 69. Las palmas y los reflectores fueron dirigidas hacia el guardameta de 23 años, quien no supo de presión por ocupar el sitio de un histórico, y que sí supo engrandecer su figura para adivinar uno de cuatro disparos que le lanzaron desde el manchón penal.

Cuando parecía que los de La Franja tendrían ventaja por el momento anímico tras empatar en el último minuto, y por contar con un portero especialista en atajar penales en la persona de Alfredo Frausto, Alberto Acosta y Francisco Torres hicieron que los tantos de Jhon Pajoy y Luis Miguel Noriega, y las modificaciones de El Chelís sirvieran de poco o nada tras errar sus intentos y quedarse junto con sus compañeros con las manos vacías.

Luego de que Puebla llegara a la final tras superar series desde los 11 pasos ante Atlas y Lobos BUAP, con su portero como figura, no pudieron repetir la hazaña ante unos Santos certeros desde el manchón, virtud que no pudieron demostrar sus tiradores, en gran parte por la gran atajada de Julio González.

Apenas se escuchó el silbatazo que decretaba el triunfo de Santos, González se desplomó sobre el césped, consciente de que había sido el héroe y que había cumplido con el paquete de suplir a Oswaldo Sánchez, líder del club de Torreón, quien junto con todos sus compañeros felicitó y dio todo el crédito a la figura del compromiso, quien gracias a sus reflejos entregó un campeonato a sus compañeros, mismo que vale medio boleto para la Copa Libertadores. (Con información de C. Herrera)

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