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Lochte usurpa oro a Phelps en Shanghai
Lochte probó que no estaba dispuesto a ser el eterno segundo de Phelps y derrumbó a brazadas el mito que se cernía sobre su compatriota, al imponerse en los 200 metros libres para colgarse el oro y dejar al oriundo de Baltimore con la plata.
Hace tres años, el estadounidense Ryan Lochte era sólo la sombra de un espigado e invencible Phelps. Eran los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, competencia en la que Michael Phelps maravillaba al mundo con sus ocho títulos olímpicos y su mismo número de récords mundiales.
Pero ayer, Lochte, de 26 años y 1.88 metros de estatura, probó que no estaba dispuesto a ser el eterno segundo de Phelps y derrumbó a brazadas el mito que se cernía sobre su compatriota, al imponerse en los 200 metros libres para colgarse el oro y dejar al oriundo de Baltimore con la plata.
Lochte cruzó la meta en 1:44.44, apenas logró aventajar por .35 segundos al multimedallista olímpico, quien aceptó su lugar en el podio como si fuera cosa de todos los días.
Pero para Ryan significó poco más que eso. Además del título mundial, el primero en su carrera, significó la primera vez que superó a su amigo, con quien ganó el oro en Beijing en los 4x200 libres.
Lo había intentado en los Juegos Olímpicos, en Roma hace dos años y por fin lo consiguió ayer, aceptando que de sus derrotas a la fecha es un hombre diferente.
La muestra fue evidente. Lochte aseguró su medalla desde la salida, cuando aventajó al puro estilo de Phelps y entonces no se soltó.
El bronce fue para el alemán Paul Biedermann.