Evolucionar para atender a la nueva generación de inquilinos y propietarios; el desafío para la industria de la vivienda en renta

Hace cinco o 10 años, una persona podía poner un letrero físico o anunciar entre sus conocidos que su casa o departamento estaba en renta; hacía el trato de arrendamiento de forma personal y, cada mes, cobraba sus pagos en efectivo.

Sin embargo, las nuevas generaciones y su gusto por la tecnología han llegado para darle un giro a la dinámica de este sector, el cual debe adaptarse rápidamente, ya que las nuevas generaciones cada vez ganan más terreno en la demanda.

Así lo afirmó Caterine Castillo, cofundadora y directora general de la proptech Neivor, quien indicó que, 56% del mercado potencial de bienes raíces pertenece a la generación millennials, mientras que 25% es representado por las generaciones Z y Alpha.   

“La industria debe enfrentar que las personas que hoy están rentando son muy diferentes a las que se atendían hace algunos años. El cliente actual quiere experiencias diferentes, espacios que les brinden conveniencia, movilidad y flexibilidad”, comentó durante su participación en el Foro INMOtech 2022.

Digitalización para la administración

De acuerdo con Castillo, el ecosistema del arrendamiento de vivienda se requiere adaptar a una nueva realidad, en la que las aspiraciones de las personas que rentan han cambiado y, por otro lado, las expectativas de los dueños se han elevado.

“Los propietarios también buscan maximizar el valor de sus rentas, pagar menos por la administración de un inmueble (6-7%), e involucrarse menos en la operación”, explicó la cofundadora de Neivor.

En este contexto, han surgido nuevos modelos como el coliving o el multifamily, los cuales permiten más de un inquilino en un inmueble. Esto se ha convertido en un reto para las inmobiliarias y firmas de administración de rentas, pues se ha incrementado la carga de trabajo.

Y es que, en palabras de la especialista, se ha creado mucho valor en la administración de rentas, con contratos y notarías digitales, pero cuando se habla de la parte operativa, no existen herramientas.

Es por ello que Neivor observa un área de oportunidad en la recolección de la renta, emisión de facturas, reportes, gestión de mantenimiento, a través de la tecnología para que las inmobiliarias puedan incrementar su volumen de unidades administradas.

“Si estamos preparados y contamos con herramientas podremos enfrentar lo que sea que pase en el mercado. Lograr la evolución digital no se trata de cambiar todo de la noche a la mañana, sino de avanzar en que cada una de las partes que componen los negocios se puedan hacer de forma más eficiente”, concluyó Castillo.