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Economía

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Colchones financieros volvieron a disminuir; saldo sumó 54,634 millones de pesos

En el 2021, el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, que fue usado casi en su totalidad en el 2020 ante la pandemia del Covid-19, reportó un saldo de 9,907 millones de pesos, 1.3% menos que al cierre de ese año.

El saldo de los fondos de estabilización, que ayudan a compensar los ingresos del gobierno ante posibles eventualidades volvió a registrar una caída al cierre del año pasado, de acuerdo con la información divulgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En el 2021, los fondos de estabilización sumaron 54,634 millones de pesos, lo que significó una reducción de 18.4% en comparación anual. En el 2020 ante la pandemia el Covid-19 y la crisis económica, el saldo se redujo a 66,989 millones de pesos.

Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dijo anteriormente que estos fondos de estabilización estaban “siendo nutridos” nuevamente; sin embargo, en el detalle de los números se observa que los tres fondos mostraron disminuciones en comparación anual.

El que mostró una mayor contracción fue el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el cual registró un saldo de 21,367 millones de pesos, 34.5% menos que en el 2020.

En tanto, el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) reportó un saldo de 23,359 millones de pesos, 4.9% menos en comparación anual, mientras que el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) –que fue usado casi en su totalidad en el 2020 ante la pandemia del Covid-19– reportó un saldo de 9,907 millones de pesos, 1.3% menos que al cierre de 2020.

El FEIP fue el fondo que más se gastó durante el primer año de la pandemia del Covid, cuando el impacto económico llevó a una contracción de la economía de 8.5 por ciento.

En aquel entonces, se usaron alrededor de 204,000 millones de pesos de los tres fondos para compensar la brecha entre los ingresos obtenidos y las proyecciones de la Ley de Ingresos, para evitar una “contracción significativa en el gasto”, explicó Hacienda en su momento.

Vulnerabilidad

Un bajo nivel en el saldo del FEIP, como se encuentra actualmente, implica una vulnerabilidad en las finanzas públicas ante una recesión o menor crecimiento económico al esperado, indicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

“En el 2019, el FEIP disminuyó de manera significativa. Al llegar la pandemia, ya no se tenía ese gran guardadito, por lo que el gobierno se vio imposibilitado para ayudar a la economía, aunque por supuesto se podría haber reorientado el gasto para detener la caída tan pronunciada del Producto Interno Bruto (PIB) en la crisis”, consideró la analista.

Los recursos del FEIP pueden ser utilizados cuando no se logra la meta de crecimiento, lo que impacta directamente a los ingresos presupuestarios.

En este sentido, Gabriela Siller apuntó que un monto tan pequeño como el que presenta a inicios del 2022 puede ser un riesgo ya que la expectativa de un crecimiento de 4.1%, como el que trae Hacienda se ve muy optimista en un entorno donde la pandemia continúa a la par de altos niveles de inflación y una política monetaria más restrictiva.

Además, advirtió que el estancamiento que actualmente presenta la economía mexicana, que en el 2021 creció menos de lo esperado, también afectaría y estancaría los ingresos presupuestarios del sector público.

“Se tendría que hacer una reforma fiscal porque en el largo plazo no va a haber los suficientes ingresos para el nivel de gasto, viendo cómo siguen las ayudas a Pemex y el gasto en pensiones. El gasto sigue y seguirá creciendo, pero los ingresos parecen estar estancados y esto va a llevar a un mayor endeudamiento o dejar a un lado programas y/o proyectos”, aseveró.

Finanzas públicas comprometidas

Un menor saldo en los fondos de estabilización llevaría a que las finanzas públicas del país se vean comprometidas hacia el 2023 y el 2024 y, de no implementarse una reforma fiscal, el gobierno debería acudir a la emisión de deuda que tanto se ha negado en estos años, comentó Luis Pérez Lezama, director de Investigación Económica de Saver ThinkLab.

“El tema es muy delicado. Ya existe un limitado margen de maniobra en las finanzas públicas y el menor saldo en los fondos de estabilización reflejan una menor capacidad de ahorro ante un estancamiento tanto en la economía como en los ingresos presupuestarios. Si no se genera riqueza, difícilmente podrás ahorrar. Hay una falta de control en la planeación estratégica”, comentó.

El investigador expuso que ante un problema financiero, en el futuro no se contará con la certeza de que se le pueda hacer frente, tal como pasó hace dos años con la llegada de la pandemia.

ana.martinez@eleconomista.mx

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