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Es poco probable que las tres grandes agencias cambien la nota en el resto del sexenio
Perspectiva Estable en las tres agencias manda señal de que tendría que pasar algo inesperado para que se presente un nuevo recorte, dice el economista en jefe para AL del banco.
Tras el recorte de calificación de Moody's en la nota soberana, la perspectiva de calificación crediticia de México en las tres agencias de mayor presencia mundial (Fitch, Moody's y S&P), es Estable.
Esto sugiere que “es muy poco probable que muevan la calificación en cualquier sentido en los próximos dos años”, detalló el economista en jefe para América Latina en Credit Suisse, Alonso Cervera.
Entrevistado por El Economista subraya que tendrá que pasar algo inesperado para que se presente un nuevo recorte.
En lo que va de esta administración, México perdió dos escalones de calificación en la agencia Moody’s y Fitch y uno en S&P. Las citadas agencias son las agencias de mayor presencia mundial por la amplitud de soberanos que califican.
Así, al iniciar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México contaba con fortalezas crediticias que le permitían tener un grado de inversión sólido.
De hecho, al iniciar el gobierno actual, México tenía en Moody’s la mayor calificación que ha conseguido: “A3”, una nota que estaba cuatro escalones arriba del grado de inversión.
Fue en diciembre del 2019 cuando la citada agencia cambió a Negativa la perspectiva, al reconocer un debilitamiento de la confianza de los inversionistas y de las perspectivas económicas.
Para abril del 2020, recién declarada la pandemia, Moody's recortó en un escalón la calificación de México para dejarla en “Baa1”, nota que conservó durante dos años. Desde entonces, la perspectiva se mantuvo Negativa.
Cancelación NAIM, el parteaguas
Al tomar el poder el gobierno de López Obrador, el perfil crediticio de México en Fitch, era de un emisor soberano con calificación “BBB+” que es tres niveles arriba del grado de inversión.
Sin embargo, al conocerse que el nuevo gobierno no continuaría la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), y que tomó la decisión en función de una consulta popular, la agencia colocó en perspectiva Negativa la calificación soberana de México.
En noviembre del 2018, un mes antes de que tomara protesta el nuevo mandatario, Fitch rebajó la perspectiva Estable sobre la nota soberana de México al advertir que el cambio “refleja el deterioro del balance de los riesgos que enfrenta el perfil crediticio de México asociado con el alcance de la incertidumbre y el deterioro de las políticas en la administración entrante”.
La nota de México en Fitch fue finalmente recortada al iniciar la pandemia, en marzo del 2020, para dejarla primero en “BBB” con perspectiva Negativa, que finalmente fue recortada a “BBB-“ con perspectiva Negativa para abril del 2020.
Tuvieron que pasar dos años para que Fitch quitara la advertencia de riesgo de recorte en la nota de México y así se volvió la que tiene al país en el grado de inversión más débil.
S&P
Al iniciar la administración, el perfil crediticio de México en S&P estaba en “BBB+” que es tres niveles arriba del grado de inversión.
La perspectiva Negativa fue impuesta en noviembre del 2018 tras la cancelación del NAIM vía consulta popular.
La acción de recorte fue completada en marzo del 2020, una vez declarada la pandemia. Desde ese momento se colocó la perspectiva Negativa que finalmente fue retirada el 7 de julio.
En noviembre del 2018, un mes antes de que tomara protesta Andrés Manuel López Obrador, Fitch quitó la perspectiva Estable sobre la nota mexicana.