Inflación en EU se ubica en 1.5% en septiembre

En septiembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos subió a 1.5% en septiembre a tasa anual, el mayor repunte que se ha registrado desde octubre del 2014. Estos máximos se acercan al nivel objetivo de 2% marcado por la Reserva Federal (Fed).

Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, el IPC subyacente a tasa anual quedó en 2.2%, según divulga el Departamento de Trabajo.

Ante la baja inflación y la debilidad del crecimiento económico, la Fed está inmersa en un debate respecto de continuar o no con el ajuste monetario iniciado el pasado diciembre con la primera alza de las tasas de interés en casi una década.

Las actas de la última reunión de la Fed indican que varios miembros del banco central estadounidense juzgaron que podría ser apropiado un aumento de las tasas relativamente pronto , mientras que otros prefirieron esperar a contar con más evidencias de que la inflación se está moviendo hacia la meta.

En su medición mensual, el IPC subió a 0.3%, una décima más que el mes anterior, en línea con las expectativas del mercado.

Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, el IPC subyacente mensual se situó en septiembre en 0.1%, por debajo de lo que anticipaban los analistas.

Inflación británica sube

La inflación anual del Reino Unido se ubicó en 1% en septiembre, su nivel más alto desde noviembre del 2014, según datos divulgados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por su sigla en inglés), los analistas habían previsto un incremento para septiembre de 0.9 por ciento.

En agosto los precios registraron una variación de 0.6 por ciento.

De acuerdo con la ONS, los principales factores que contribuyeron a ese aumento fueron los crecientes precios de la ropa así como el costo de los restaurantes y estancias de hotel, entre otros.

Otros elementos que influyeron fueron también los precios en aumento del combustible y el precio del gas.

La ONS indicó que no se ha detectado ninguna evidencia explícita de que la acusada caída experimentada por la libra esterlina desde el triunfo del Brexit haya influido en el aumento de la inflación.