Los Botín poseen 0.5% del Banco Santander

La familia Botín, tras el fallecimiento repentino del banquero Emilio Botín en septiembre del 2014 y el posterior reparto de su herencia, controla 0.5 % del Banco Santander, cuyo valor de mercado actual supera los 472 millones de euros.

Eso sin contar los 6 millones de acciones que recibió la viuda de Botín, Paloma O’Shea, tras la muerte de su marido, ni los 553,508 títulos, que actualmente equivalen a unos 3.6 millones de euros, que formaban parte del legado y pasan ahora a ser propiedad de la Fundación Botín, a través de Latimer Inversiones.

Actualmente, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Ana Patricia Botín, actual presidenta de Santander, posee 8.21 millones de acciones, si bien, en el acuerdo de sindicación, los principales accionistas siguen siendo sus hermanos Emilio, con 16.87 millones de acciones; Francisco Javier, con 16.29 millones, y Carmen, con 8.64 millones de títulos.

Con una participación sindicada inferior a la de Ana Patricia Botín figura su hermana Paloma, con 7.84 millones de acciones.

Además, mediante las sociedades Cronje y Nueva Azil, la familia Botín controla otros 14.91 millones de acciones del Banco.

A finales del mes pasado, Ana Botín terminó los cambios en el gobierno corporativo que inició a su llegada a lo más alto de la entidad financiera.

Con los nombramientos y modificaciones del organigrama que aprobó el consejo de administración del banco se consiguió una simplificación de la estructura corporativa y potenciar la gobernanza, según explicó en una nota de prensa.

Entre las medidas más llamativas aprobadas destaca la salida del consejo del histórico Juan Rodríguez Inciarte por motivos personales (también dejará de ser director general); el cese de tres directores generales (recuperaciones, banca privada y control de riesgos internos) -junto con la renovación de un cuarto- y la incorporación como consejero externo de Ignacio Benjumea, hasta ahora secretario general y del consejo.