Cuida tu salud y también tu bolsillo

Tal vez bajar de peso y mantener una vida saludable ha sido una meta recurrente, y piensa que el cambio de hábitos alimenticios es buena opción, pero se ha encontrado con que el querer cambiar a una vida sana implica un gasto costoso.

De acuerdo con datos de Consulta Mitofsky, 48% de los mexicanos afirma que comer sanamente es caro.

Sin embargo, Georgina Gómez, nutrióloga y catedrática en la Escuela de Dietética y Nutrición, aseguró que cambiar a una vida sana es más barato si prepara usted mismo sus alimentos.

Un problema en la actualidad es el sobrepeso en las personas. En el 2013 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) informó que México ocupa el primer lugar en obesidad, por arriba de Estados Unidos.

LA OBESIDAD SALE CARA

Tener obesidad y subir constantemente de peso tiene consecuencias importantes en su vida, tanto en la salud como en lo económico. Las personas que sufren esta enfermedad pueden tener consumos mensuales muy diferentes a los que una persona normal está acostumbrada, ya que según Oliver Ambia, director del Departamento Académico de Finanzas del Tecnológico de Monterrey, los gastos que provocan pueden ser incluso hasta por terapias psicológicas.

Paola Donají, especialista en nutrición, acotó que las consultas con un nutriologo van desde 600 hasta 1,000 pesos mensuales, dependiendo de la zona en la que se ubique el consultorio.

Insto al cambio de hábitos ya que esto representa un ahorro aproximado entre 1,000 a 1,800 pesos mensuales englobando el cambio de guardarropa, visitas a especialistas y el ahorro en gastos en comidas con alto contenido calórico como son los refrescos en los que los mexicanos gastan 4,350 pesos anuales, lo que representa un gasto diario de 11.91 pesos.

El catedrático del Tecnológico de Monterrey, mencionó que antes de entrar a un cambio de hábitos alimenticios es necesario “identificar que nivel de consumo mensual tiene y comparar precios”, ya que no es lo mismo comprar una ensalada en un establecimiento gourmet a utilizar los mismo ingredientes, pero en casa.

Georgina Gómez dijo que si la gente reduce su consumo de bebidas azucaradas (como refrescos) puede incluir en su dieta azúcar y agregarla, de forma moderada, en su café o té, evitando el consumo de sustitutos de azúcar que son mucho más caros.

“Estos sencillos pasos podrán llevarlo a una vida sana y ayudarán a su bolsillo a dejar de tener tantos gastos hormiga al consumir dichos productos”, destacó.

Los cereales de caja son caros, 400 gramos cuestan entre 50 y 60 pesos; el costo de un kilo de avena es de 25 pesos en promedio, así que la opción es comprar cereales a granel (amaranto, germen de trigo, entre otros), de esta manera está ahorrando y tendrá la ventaja de que son productos más frescos.

En palabras de la nutrióloga, “llevar una dieta implica tiempo y esfuerzo; sólo el trabajo y la constancia pueden ayudarlo a establecer hábitos sanos. Las fórmulas y productos mágicos no existen y sólo generan frustración y un gran gasto de dinero”.

Tenga en cuenta que el sobrepeso puede acarrearle muchas enfermedades, como las cardiovasculares, por lo que las visitas al doctor y la compra de medicamentos se vuelven constantes, representando una fuga de su capital.

No pase por alto que llevar un orden alimenticio, evitará afectar su bolsillo y su cuerpo se lo agradecerá.

TIPS PARA UNA VIDA SANA

La nutrióloga Paola Donají da algunos consejos para llevar una vida alimenticia más sana.

• Cargar con una botella de agua simple en la bolsa o mochila y reutilizarla; evita gastar y contaminar.
• Nunca pase más de cuatro horas sin comer. Hacer comidas pequeñas y constantes acelera el metabolismo.
• Siempre cargue con una barrita de cereal, alegrías, nueces o cacahuates. Son snacks que le quitan el hambre y así evitará comprar frituras en la calle.
• Desayune siempre en casa y procure no tardar más de una hora en hacerlo después de levantarse, ya que el ayuno prolongado promueve la acumulación de grasa corporal.
• Preferir comprar las frutas y verduras para toda la semana en los mercados y tianguis, ya que son más económicos y siempre encontrará algo sano que comer en su refrigerador. Elija las frutas de temporada, son frescas y baratas.
• Nunca debe hacer el súper o salir a pasear a la calle con hambre; si lo hace, terminará comprando lo primero que se cruce en su camino y, además de gastar, seguro no será una opción saludable.