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El Empresario

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El riesgo crediticio en los negocios

Cualquier individuo que decida ser empresario tendrá un mayor apetito al riesgo que aquel que decida llevar una vida con mayores seguridades; ser empleado.

Foto EE: Archivo

Llamamos riesgo a la posibilidad de que algo suceda y que modifique las expectativas que se tienen en cuanto a dicho suceso. De acuerdo con el diccionario de la real academia de la lengua, el riesgo es una contingencia o proximidad de un daño, es un asunto que convive con nosotros como seres vivos, desde la propia naturaleza que nos impone riesgos a desastres naturales, hasta cada una de nuestras actividades. 

Desde que somos niños, aprendemos a que existen acciones que conllevan un riesgo mayor, el riesgo de que nos lastimemos es mayor si hacemos actividades físicas que mentales. Al riesgo que cualquier cosa o actividad tiene por sus propias características, le llamamos riesgo inherente.

De ahí se va formando el carácter de cada individuo, y una parte importante de esto le llamamos apetito al riesgo. Cualquier individuo que decida ser empresario tendrá un mayor apetito al riesgo que aquel que decida llevar una vida con mayores seguridades; ser empleado.

Sin embargo, no todos los emprendedores tienen el mismo nivel de apetito al riesgo, existen aquellos que deciden que su actividad será competir en un negocio y mercado ya establecido, mientras que otros toman la decisión de dedicarse a desarrollar nuevas tecnologías o formas de hacer cualquier tipo de producto o servicio.

Cuando en cualquier tipo de actividad, la administración toma la decisión de otorgar financiamiento a un tercero, está, de alguna manera, poniendo los recursos que se otorgan en financiamiento en una situación de riesgo de que no retornen a la entidad. A eso le llamamos riesgo crediticio. Por eso, no se tiene que ser un banco u otro tipo de entidad financiera para incurrir en el riesgo crediticio, por lo tanto el riesgo crediticio es inherente a la actividad de otorgar financiamiento.

Sin embargo; para realizar cualquier tipo de transacción de negocios con terceros, el hecho de otorgar financiamiento o “dar crédito”, como comúnmente le llamamos, facilita o aumenta la posibilidad de realizarlo, entonces; el hecho de otorgar financiamiento es un factor indispensable para llevar a cabo negocios.

No todas las operaciones de otorgamiento de financiamiento tienen el mismo nivel de riesgo crediticio. Esto dependerá de múltiples factores, que van desde la capacidad del tercero, que espera recibir el crédito para generar los ingresos suficientes para pagarlo, pasando por el grado de endeudamiento que ya tenga, hasta la calidad del tercero en cuanto a su puntualidad y voluntad para cubrir sus compromisos.

Desde un punto de vista contable y de reporte financiero, las entidades tendrán que valorizar el riesgo crediticio que tengan sus deudores, con objeto de poder determinar la pérdida potencial que tengan de no recuperar los recursos otorgados en financiamiento. Para eso tendrán que calificar a sus deudores uno por uno, tomando en consideración toda la información disponible, como el historial de pagos del deudor, la información que se tenga sobre otras deudas y otras fuentes como son las agencias calificadoras de crédito y los burós.

Basado en eso, los deudores tendrán que ser agrupados en categorías de mejores condiciones hacia peores, y con esto ver la necesidad en cada grupo de crear una reserva para riesgos crediticios de acuerdo con las características generales de cada grupo. Esta calificación tendrá que ser revisada mensualmente, trimestralmente o por lo menos una vez al año, con objeto de que la administración de la entidad pueda cerciorarse de que cuenta con las reservas suficientes para absorber cualquier pérdida que se presente

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