Liga Mexicana de Softbol arranca con aval salarial de sus protagonistas

La Liga Mexicana de Softbol (LMS) está lista para abrir el telón como el primer circuito femenil de categoría profesional en el país. La inauguración de su primera temporada será este 25 de enero y lo hace con una cimentación sólida, pues sus jugadoras y managers se dicen seguras de sus condiciones salariales, laborales y de trato.

“Tendremos un salario justo. Me parece que, de pronto, las preguntas van muy encaminadas a este tema de los salarios (si son justos o no), pero no tenemos nada malo que decir porque hemos podido expresarnos con los dueños del equipo, han estado al pendiente de todas nuestras necesidades. Somos muy afortunadas en ese aspecto (…) literalmente nos han tratado como reinas”, declara a El Economista, Steffy Aradillas, pelotera de Diablos Rojos y de la Selección Mexicana.

Este diario pudo corroborar que el salario de las peloteras y managers en esta primera temporada será de entre 18,000 y 54,000 pesos mensuales, tomando en cuenta se definió un rango mínimo de 1,000 dólares y un máximo de 3,000, con una conversión fija en 18 pesos.

“El sueldo es mejor que en otros deportes cuando fue el comienzo (de sus ligas femeniles)”, agrega la manager de Olmecas de Tabasco, María Luisa Hernández, mientras que su homóloga en Diablos, Denisse Fuenmayor, comparte: “Los sueldos están siendo bastante justos en comparación de otras ligas. Aquí en lo que hay que enfocarse es que todo en los juegos se vea bien. Siempre habrá detalles, pero de eso se trata, de que nos demos cuenta para un próximo evento”.

Fue en septiembre pasado cuando Horacio De la Vega, presidente de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), anunció la creación de la LMS. La primera temporada se consumó a inicios de esta semana con una conferencia en la que fueron presentados el calendario oficial y los seis equipos:

1. Diablos Rojos Femenil
2. Sultanes Femenil
3. Bravas de León
4. El Águila de Veracruz
5. Olmecas de Tabasco
6. Charros de Jalisco.

Serán más de 120 jugadoras las que participen en esta primera temporada, con un promedio de cuatro extranjeras por equipo. Es por ello que el rango de salario se estableció en dólares y, de acuerdo con Horacio De la Vega, ninguna pelotera puede percibir menos del mínimo por parte de su club.

“Nosotros como liga hicimos una recomendación mínima y después los equipos tenían la libre voluntad y decisión de saber hasta cuándo podían pagar o no (…) Lo que queremos es garantizar que tengan un salario mínimo, decoroso y que en función del modelo de crecimiento de la liga crezcan todos: equipos, jugadores, umpires y sea un círculo”.

—¿Los equipos están obligados a no bajar de ese rango mínimo que puso la liga?

“Sí, básicamente es así. Hay un mínimo garantizado y después va a haber un cierto nivel de desarrollo de acuerdo con las capacidades y competencias de cada quien”, respondió De la Vega, quien también es presidente ejecutivo de la LMS.

Hay jugadoras que van desde los 18 hasta los 38 años, ya que el único requisito de edad para competir en la LMS es que las más pequeñas sean menores de edad (en adelante). Algunas son estudiantes dentro de universidades públicas en México y evalúan este salario inicial como algo positivo.

“Este salario me va a beneficiar mucho, será para mis gastos de estudios y vida cotidiana, claro que va a ser un beneficio. Definitivamente veo este salario como algo bueno”, expresó Samaria Benítez, pelotera de Olmecas de Tabasco que tiene 21 años y estudia en la Universidad de Guadalajara (UDG).

Los salarios dependen del currículum que tienen tanto jugadoras como managers. Es decir, las seleccionadas nacionales y que tengan una amplia experiencia internacional son las que pueden aspirar al máximo de 51,000 pesos, mientras que las que apenas empiezan percibirían el mínimo de 18,000.

Además, después de esta primera temporada, los equipos serán los dueños de las cartas y en próximos drafts podrán transferir peloteras con variaciones de acuerdo a rendimiento. Se abrirá una especie de mercado de transferencias como en otras disciplinas, según comentó Horacio De la Vega.

“Las jugadoras van a pertenecer a los rossters del equipo, ellos serán los dueños de las cartas de los derechos de las jugadoras y a partir de ahí vendrá todo como cualquier negociación de libre mercado, de oferta y demanda. Seguramente habrá jugadoras que tengan un gran desempeño y valgan más. Es un tema de economía, no algo que queramos imponer”.

Los cuestionamientos de diversos medios hacia la recién creada LMS en cuestión salarial surgen a partir de la propuesta del Senado de la República que hizo eco hace unos meses con respecto a la postulación de un salario base homologado entre hombres y mujeres que sean parte del deporte profesional en México.

También como un termómetro a las sensaciones de sus peloteras y managers tras lo visto en otros circuitos, como la Liga MX Femenil, en la que han sido constantes las denuncias de falta de pagos y condiciones óptimas entre diversas futbolistas. Pero en la LMS, al menos en el arranque, el panorama es positivo.

“La verdad, no estoy aquí por el dinero. Claro que esto es un trabajo, dejamos mucho sacrificio y otras cosas, pero para ser el primer año, la historia es la razón para estar aquí. Llevo muchos años escuchando historias de mis jugadoras, que tenían sueños de esto. Para mí, es más importante ser parte del juego para hacerlo crecer más en México”, evalúa Adriana Pérez, manager de Bravas de León.

“Estoy aquí, más que todo, porque me encanta el softbol. Sea lo que sea que reciba es un extra para mí. No es que no me haga falta, pero para mí lo más importante es ganarme esta experiencia y vivirlo de la manera más bonita, eso vale más que un sueldo”, secunda Denisse Fuenmayor, quien al término de la temporada dejará el cargo de manager de Diablos Femenil para volver a sus funciones en la Federación Venezolana de Softbol, su país.

La Liga Mexicana de Softbol (LMS) se disputará del 25 de enero al 17 de marzo como máximo, en caso de que la Serie de la Reina se alargue a 5 juegos. Contará con dos patrocinadores por parte de la liga, que son las Gasolineras G500 y New Era, además de que será transmitida por seis plataformas de televisión. La primera temporada será un parámetro de lo que se debe explotar como producto, aunque su presidente asegura que será rentable desde ya.

“Hay que ir tomando el pulso de la liga y garantizando que tenga su crecimiento correcto. Aunque sea la primera temporada, tenemos una esperanza medida en donde seguramente la propia liga y sus equipos vamos a ser rentables desde la edición 2024. Eso va a generar una consistencia y certeza tanto para equipos, televisoras y patrocinadores de un crecimiento programado y sistemático, pero con cautela, porque no queremos tener un gran resultado y desbocarnos a hacer cosas que no correspondan. Tenemos que ir poco a poco”, finaliza De la Vega.