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Pasaje aéreo, a tiro de piedra de rebasar nivel previo a la pandemia
El mercado doméstico y el tráfico entre México y Estados Unidos atendido por aerolíneas de ese país han sido los motores detrás de la recuperación.
La industria de la aviación en México está a punto de rebasar las cifras de pasajeros, nacionales e internacionales, transportados durante el 2019, luego de la turbulencia ocasionada por la pandemia del Covid-19.
Con base en cifras de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), entre enero y mayo pasado todas las empresas que operan en el país transportaron en vuelos regulares a 41 millones 324,553 personas, cifra que ya es 0.7% menor a la registrada en el prepandémico 2019 (entre enero y abril la baja era de -2.1 por ciento).
Las turbinas que han impulsado la actividad, a pesar del reto que significa el encarecimiento de combustible, son: el dinamismo del mercado doméstico (que ya alcanzó un nivel de ocupación promedio de 82%, la segunda mejor del año) y la elevada actividad de vuelos desde Estados Unidos, principalmente de aerolíneas estadunidenses a las playas.
En el acumulado de los cinco meses, de acuerdo con la AFAC, se atendieron a 21 millones 445,403 pasajeros en vuelos domésticos, lo que representó un incremento de 1.9% con respecto a igual periodo del 2019 (las dos rutas de mayor demanda fueron México-Cancún y Monterrey-México, atendidas por las principales empresas: Volaris, Aeroméxico y VivaAerobus), mientras que las aerolíneas nacionales que tienen vuelos en servicio internacional transportaron cuatro millones 794,856 clientes y todavía registran una pérdida de 26 por ciento.
Por su parte, las aerolíneas extranjeras (lideradas por las estadunidenses American Airlines, United Airlines y Delta Airlines con las rutas Chicago-Cancún y Dallas-Cancún) siguen mostrando un mejor comportamiento: entre enero y mayo crecieron 7.1%, al sumar 15 millones 084,294 pasajeros, aunque de ellas, las de Estados Unidos aumentaron 17.9 por ciento.
En las cifras relacionadas solamente a mayo, en comparación con igual mes del 2019, los pasajeros atendidos en operaciones nacionales crecieron 3.4%, los atendidos por empresas locales en vuelos foráneas cayeron 21.2% y los transportados por firmas internacionales crecieron 22.2%, por lo que el total usuarios fue de ocho millones 891,700, lo que significó un aumento de 4.8 por ciento.
La demanda y los retos
En el acumulado enero-mayo, Volaris atendió a 11 millones 5,519 clientes con lo que aumentó 36.2% con respecto a igual periodo de hace tres años. Grupo Aeroméxico sumó siete millones 652,490 personas, 9.7% menos, y VivaAerobus tuvo el mayor crecimiento, 77.3%, con siete millones 091,247 pasajeros.
Respecto a mayo, las tres empresas crecieron con relación a igual mes del 2019: 29.9%, 75.8% y 5.6%, respectivamente.
Para el director de VivaAerobus, Juan Carlos Zuazua, la tendencia de crecimiento se mantendrá para romper los niveles previos a la pandemia, en donde la oferta que existe está fomentando los viajes.
"A pesar de la degradación a categoría 1, que impide crecer en EU, ni nosotros ni las otras empresas tenemos aviones parados. Hay muchísima demanda en el mercado local y debemos ofrecer un mejor servicio, aunque no niego que queremos más actividad en EU porque son ingresos en dólares, pero lo más importante es que el país se beneficia con la posibilidad de traer más turistas que quieren llegar directamente a una playa y no pasar por un hub como Houston”, dijo el directivo regiomontano a El Economista.
Sobre el escenario en el corto y mediano plazo, la firma HR Ratings consideró en un reporte la semana pasada que a pesar de que reconocer que las empresas del sector inician el 2022 en una posición más sólida que en el 2019, existen varios riesgos materiales que continuarán generando volatilidad en la rentabilidad.
En primer lugar, se detalló que el precio de la turbosina, el principal componente del gasto (el 35.4% en promedio en el 2019 y el 30.6% en el 2021), tuvo un incremento del 62% en el 2021 y en el 1T22 subió el 107%. En segundo lugar, podríamos volver a experimentar problemas adicionales por el Covid-19, o retrasos en la reapertura de algunos mercados internacionales.
Finalmente, se presenta un escenario macroeconómico poco favorable, con un crecimiento moderado del PIB e inflación y tasas de interés persistentemente altas.