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Mejora la calidad laboral en la mayoría de los estados del país

Baja California se colocó, por tercera vez al hilo, en primer lugar nacional del Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal de El Economista; Quintana Roo mostró el mayor avance.

El mayor retroceso fue en San Luis Potosí, que saltó de 59.0 puntos en el primer trimestre del 2021 a 42.6 puntos en el mismo lapso del 2022, una baja de 16.4 puntos.

La mayoría de las entidades federativas del país mostró al inicio del 2022 una mejora en sus condiciones laborales, tras los estragos de la pandemia de Covid-19, destacando estados turísticos como Quintana Roo y Baja California Sur.

Otros actores importantes resultaron del Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal de El Economista, como Baja California, que por tercer trimestre al hilo quedó en primer lugar nacional, o Chihuahua, que lleva un año en el top 3.

Aunque también destacó la Ciudad de México, motor económico del país, al registrar un año y medio en semáforo rojo, es decir, la capital es una de las entidades con las peores condiciones de trabajo.

De acuerdo con el Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal, en el primer trimestre del 2022, 18 entidades mostraron avances respecto a igual periodo del 2021.

Quintana Roo presentó el mayor crecimiento, al pasar de un índice de 37.9 puntos en los primeros tres meses del 2021, de 100 posibles, a 64.1 puntos en el mismo lapso de este año, dando una diferencia positiva de 26.2 puntos en un año.

De las ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación que se emplean para el índice, en siete mejoró su desempeño anual. Resalta el comportamiento de la tasa de presión general (TPRG), la cual incluye además de los desocupados, a los ocupados que buscan empleo.

La TPRG de Quintana Roo se redujo de 12.94 a 5.59% de la población activa durante el periodo de análisis.

El talón de Aquiles del estado turístico, al igual que en todas las entidades del país, fue la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), que corresponde a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.

La TCCO quintanarroense transitó de 26.51 a 28.49% de los ocupados, un incremento de 1.98 puntos porcentuales. El mayor aumento anual de esta tasa se dio en Michoacán, con 12.16 puntos porcentuales, pero el indicador más elevado lo ostenta Chiapas (50.19 por ciento).

Territorios turísticos, al alza

Baja California Sur fue la segunda entidad del país con el mayor avance anual en el Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal, con 13.7 puntos, llegando a 64.1 puntos de 100 posibles.

Al igual que Quintana Roo, además de conseguir posicionarse en semáforo amarillo, su única debilidad fue la TCCO, mientras su mejor resultado se observó en la tasa de subocupación, que es el porcentaje de los ocupados que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite, con una reducción de más de 8 puntos porcentuales.

Ambos estados fueron de los más perjudicados por la pandemia de Covid-19, ya que la emergencia sanitaria del 2020 cerró totalmente el turismo, un sector que ha tardado en recuperarse por los rebrotes posteriores.

Otros incrementos

Detrás de Quintana Roo y Baja California Sur, en alzas anuales del índice de ocupación, siguieron Hidalgo (10.9 puntos), Jalisco (8.2), Chiapas (7.0), Zacatecas (6.6), Querétaro (5.9), Guerrero (4.7), Guanajuato (3.9), Chihuahua (3.5) y Yucatán (3.1)

Los otros incrementos, menores a 2 puntos, fueron en Sonora, Estado de México, Durango, Ciudad de México, Coahuila, Oaxaca y Tabasco. Tlaxcala fue la única entidad sin cambios.

Las caídas

En el otro polo, 13 estados perdieron puntos en el Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal, es decir, empeoró su mercado laboral respecto al resto de México.

El mayor retroceso fue en San Luis Potosí, que saltó de 59.0 puntos en el primer trimestre del 2021 a 42.6 puntos en el mismo lapso del 2022, una baja de 16.4 puntos.

Las flaquezas laborales potosinas corresponden, de acuerdo a incrementos, a las dos tasas de informalidad, a la TCCO, a la tasa de ocupación parcial y desocupación 1 (TOPD1) –población desocupada y ocupada que trabajó menos de 15 horas a la semana–, así como a la caída en trabajadores asalariados.

Con descensos importantes en el índice de El Economista estuvieron Sinaloa (15.2 puntos menos), Nayarit (-14.1), Tamaulipas (-14.1), Nuevo León (-9.8), Veracruz (-7.0), Aguascalientes (-6.3) y Michoacán.

Puebla, Baja California, Colima, Campeche y Morelos completan la lista de entidades con disminuciones anuales.

Cambios en semáforo laboral

Por niveles (alto, medio alto, medio bajo y bajo), cinco subieron de color en el semáforo laboral: Quintana Roo y Baja California Sur pasaron de medio bajo (semáforo naranja) a medio alto (amarillo); Chihuahua de medio alto (amarillo) a alto (verde), e Hidalgo y Chiapas de bajo (rojo) a medio bajo (naranja).

En el otro sentido, Chiapas saltó de rojo a naranja, Michoacán de naranja a amarillo y Nayarit de rojo a amarillo.

Mientras los estados que empeoraron fueron Michoacán, Nayarit y San Luis Potosí, de medio alto (amarillo) a medio bajo (naranja), así como Aguascalientes y Sinaloa, de alto (verde) a medio alto (amarillo).

El objetivo

El objetivo del Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal es saber cómo se encuentran las 32 entidades del país en materia laboral, principalmente en acceso al trabajo y calidad de la ocupación, y a su vez realizar un ranking de competencia entre los gobiernos locales.

El índice se hizo mediante ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación, obtenidas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi: desocupación, ocupación parcial y desocupación, presión general, trabajo asalariado, subocupación, condiciones críticas de ocupación, informalidad laboral y ocupación en el sector informal.

En cada tasa se realizó un ranking estatal para asignar un valor. Si el estado, por ejemplo, se ubicaba en último lugar de desocupación (Oaxaca, con 1.57% de su población económicamente activa —PEA—), se le daba la mayor cantidad de puntos por ostentar la mejor posición en calidad laboral (32 puntos), en relación con las otras entidades, y viceversa para aquellas que se encontraron en los primeros escalones (Ciudad de México obtuvo una desocupación de 5.85% de la PEA, la más elevada de México, por lo que consiguió sólo 1 punto).

Este ejercicio se hizo con cada uno de los estados, al cierre de los segundos trimestres del 2019 y del 2021, logrando un índice general con ocho tasas, con el mismo peso cada una, cuyo resultado se convirtió en un indicador con escala de 0 a 100 puntos, donde la entidad más cercana a 100 manifiesta una mejor calidad de la ocupación.

Reparto de puntos

Por el tipo de metodología, el total de puntos siempre dará 1,650 puntos divididos entre las 32 entidades, por lo que, al presentar los mejores resultados, tendrán más puntos. Se pueda dar un escenario donde todos los estados empeoren en sus indicadores, pero los que tengan caídas menos pronunciadas, saldrán mejor posicionados en el índice.

El índice se dividió en cuatro niveles: alto (mayor a 80 puntos), medio alto (menor a 80 y mayor a 55), medio bajo (menor a 55 y mayor a 35) y bajo (menor a 35).

La función de este indicador es premiar a los estados con mayor constancia en acceso al empleo y calidad laboral (tener las menores tasas, a excepción del trabajo asalariado); también, se puede dar el caso de que aumenten algunas variables en la mayoría de los estados, por lo que el valor del índice será mayor para aquellos con un incremento dinámico (competencia estatal).

En la cima

Los dos únicos estados en semáforo verde fueron Baja California (85.2 puntos), pro tercer trimestre al hilo, y Chihuahua (80.9), con un año en el top 3.

En el primer caso, sobresale que obtuvo la menor tasa en TOPD1 (5.62% de la PEA) en los primeros tres meses del 2022 y la tercera más baja en subocupación (3.44% de los ocupados) y en ocupación en el sector informal 1 –TOSI 1– (18.67% de los ocupados).

Para Chihuahua, presentó la menor TOSI 1 del país (15.06%) y la segunda más baja en tasa de informalidad laboral 1 –TIL1– (35.11 por ciento).

La tercera posición nacional fue para Querétaro (79.7 puntos del índice general), que se metió en el podio tras siete trimestres.

Jalisco y Aguascalientes registraron más 70 puntos. Sinaloa, Coahuila, Sonora, Nuevo León, Colima, Baja california Sur, Morelos y Quintana Roo completaron el nivel medio alto (semáforo amarillo).

En el nivel medio bajo estuvieron Michoacán, Guerrero, Durango, Nayarit, Hidalgo, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Yucatán, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz y Puebla.

Por último, las calificaciones más bajas, con las peores condiciones laborales y que aún no se recuperan del efecto negativo de la pandemia, fueron en Ciudad de México, Oaxaca, Estado de México, Campeche, Tabasco y Tlaxcala, todos éstos en semáforo rojo.

Llama la atención la capital del país, motor económico de México, ya que lleva un año y medio en semáforo rojo.

estados@eleconomista.mx

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