Lectura 3:00 min
Autoridades venezolanas facturan a empresas colombianas por contaminación a causa de derrames
Según el informe de la Fundación Friedrich Ebert-Stiftung, lo que provoca los derrames que contaminan los ríos, es la instalación de válvulas ilícitas instaladas en el oleoducto Caño Limón-Covenas para extraer crudo.
Las autoridades venezolanas facturan "con frecuencia" a las petroleras colombianas por la contaminación causada por la fuga de crudo de un oleoducto que discurre junto a la frontera, dijo una organización no gubernamental alemana en un informe esta semana.
Los oleoductos de Colombia, que son administrados por Cenit, filial de la petrolera mayoritariamente estatal Ecopetrol , son atacados por bandas criminales que roban miles de barriles de crudo por día para hacer "pategrillo", una gasolina rudimentaria utilizada para fabricar cocaína.
Las válvulas ilícitas instaladas en el oleoducto Caño Limón-Covenas para extraer crudo se caen fácilmente cuando se bombea petróleo a lo largo de la infraestructura, según el informe de la Fundación Friedrich Ebert-Stiftung, lo que provoca derrames que contaminan los ríos que desembocan en el lago de Maracaibo, en el occidente de Venezuela.
"Con frecuencia, las autoridades venezolanas envían facturas a las empresas colombianas responsables de la infraestructura petrolera", agregó el informe.
Reuters no pudo verificar de forma independiente que se enviaron o pagaron las facturas. Ecopetrol no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios, mientras que el Ministerio de Minas y Energía declinó hablar del tema.
Cenit no comentó si había recibido facturas de las autoridades venezolanas o si las había pagado, pero insistió en que opera con los más altos estándares.
"Las afectaciones como válvulas ilícitas para el apoderamiento de hidrocarburos son producidas por terceros", dijo la empresa a Reuters en un comunicado.
Los ministerios de Petróleo y de Comunicación e Información de Venezuela no respondieron a preguntas. Tampoco la estatal petrolera PDVSA.
Imágenes vistas por Reuters tomadas en la región del Catatumbo de Colombia, a través de la cual pasa el oleoducto Caño Limón-Covenas, muestran la contaminación por petróleo en los ríos.
Las frías relaciones entre Colombia y Venezuela dificultan la capacidad de las autoridades para reparar los daños causadospor los derrames de petróleo, dijo a Reuters Bram Ebus, un criminólogo holandés y uno de los autores del informe.
"Desde un punto de vista ecológico, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas es crucial", agregó Ebus, quien se mostró esperanzado en que el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, esté más dispuesto a discutir estos temas que el gobierno actual.
El robo en el oleoducto de Colombia alcanzó al menos un máximo de seis años en la primera mitad de 2021, de acuerdo con una investigación de Reuters, porque los grupos criminales buscaban reemplazar los suministros cada vez más escasos de gasolina venezolana de contrabando para usarla en el tráfico de drogas.