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Crisis nucleares que son parteaguas
Especialistas mexicanos coinciden en que, aunque llegaron al mismo nivel de radiación, no son comparables.
A pesar de que el accidente nuclear en Fukushima fue elevado al máximo nivel (7) de la Escala Internacional de Casos Nucleares y Radiológicos, no significa que sea comparable con Chernobyl, coincidieron investigadores de UNAM e Ibero. Aunque sí representa una pérdida económica que supera 40,000 millones de dólares.
Alfredo Sandoval, de la Universidad Iberoamericana, y Epifanio Cruz, de la UNAM, reconocieron que las condiciones entre estos accidentes son distintas. Los reactores de Chernobyl eran enfriados con grafito, el cual es explosivo y al incendiarse se liberó pólvora a la atmósfera. En el caso de Fukushima el diseño de los rectores es diferente. En la parte baja tienen una alberca con agua, la cual se emplea para enfriarlos.
Para el director del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana, Alfredo Sandoval Villalbazo, la fuga nuclear no representa un escenario de destrucción equiparable, menos existe la posibilidad de una explosión atómica.
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En tanto, el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, Epifanio Cruz Zaragoza, reconoció que aunque los daños al medio ambiente fueron menores, la empresa Tepco tendrá que invertir recursos económicos en los siguientes 10 años para limpiar el medio ambiente, principalmente el suelo y agua.
Incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguró que el accidente ocurrido en Japón es totalmente diferente, ya que la cantidad de radiación emitida en Chernobyl en 1986 fue mucho mayor. Mientras que en Fukushima la crisis nuclear se estabiliza.
Lo preocupante, dijo el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, será el asentamiento de las comunidades, pues en un rango de 40 kilómetros se tienen que hacer evaluaciones de la producción industrial.
En tanto, la ONU aclaró que la elevación del rango se debió a que el evento fue peor de lo que se creyó en un principio, pero no alcanza los niveles registrados en 1986.
Alfredo Sandoval, aseguró que la fuga nuclear en Japón no representa un escenario apocalíptico de destrucción equiparable al accidente en la Central Nuclear de Chernobyl y mucho menos la posibilidad de una explosión atómica como las de Hiroshima y Nagasaki.