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Geopolítica

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Sudafricanos y líderes honran a Mandela

Al menos 60 jefes de estado de diferentes países estuvieron presentes en los honores al ícono anti-apartheid.

Soweto. En cualquier otra vida, sus caminos jamás se habrían cruzado. Pero ayer, las personas más poderosas del mundo se sentaron junto a algunos de los hombres, mujeres y niños que luchan por sobrevivir en esta nación y durante una tarde lluviosa compartieron algo en común: su adoración por Nelson Mandela.

Juntos recordaron al icono anti-apartheid, en una ceremonia ruidosa dentro de un estadio de fútbol situado en un lugar emotivo -Soweto- donde las luchas de los negros sudafricanos ayudaron a derribar el régimen de la minoría blanca hace casi 20 años. Juntos cantaron, aplaudieron y evocaron la memoria de Mandela como sanador racial; una figura tan humilde y trascendente que se sentía cómodo lo mismo que con ricos y pobres, jóvenes y viejos, blancos y negros.

Hace 30 años, cuando todavía era estudiante, me enteré de Mandela y de las luchas en esta tierra , manifestó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su panegírico en el estadio, donde decenas de miles de personas desafiaron una pertinaz lluvia. Él despertó algo en mí. Me abrió los ojos a mis responsabilidades -hacia los demás y hacia mí mismo- y me llevó a emprender un viaje imposible que me ha puesto hoy aquí , abundó.

Nomathemba Mapengeza, una enfermera de Soweto, indicó que ella también había aprendido a ser una mejor persona, a dejar de lado el odio que sentía por los blancos que la habían subyugado y a sus antepasados antes de ella y a reconciliarse con el terrible pasado de su nación.

El servicio, que duró cuatro horas, estuvo lleno de emotivos homenajes y canciones alegres. Los ricos se sentaron junto a los pobres y los niños junto a los ancianos. Todos juntos para recordar a Mandela, quien murió el jueves a los 95 años.

Muchos en el estadio llevaron consigo sombrillas y banderas sudafricanas o estaban envueltos en los colores verde, amarillo y negro del Congreso Nacional Africano. Algunos tocaron cornetas de plástico conocidas como vuvuzelas. Otros desplegaron grandes pancartas con el rostro de Mandela.

Dos pantallas gigantes de televisión mostraron imágenes de Mandela y de la multitud bailando.

Pese a que las voces de la multitud parecían llenar el estadio, muchas de las zonas sin techo quedaron vacías, tal vez debido a la lluvia. Los tramos techados estaban llenos. La ceremonia de ayer incluyó oraciones por parte de líderes de varias religiones y observaciones de cuatro de los 18 nietos de Mandela.

Fue leal a Castro y a Gaddafi

En vida, Mandela a menudo irritó a EU

Johannesburgo. UNA DE las ironías de la alabanza ofrecida ayer por los líderes mundiales a Nelson Mandela es que el ex Presidente sudafricano irritó con frecuencia a Estados Unidos y a otros de los asistentes con sus posiciones políticas y su lealtad a Cuba y Libia.

El líder cubano, Fidel Castro, y el fallecido líder libio, Muammar Gaddafi, apoyaron durante mucho tiempo al Congreso Nacional Africano. Y como Presidente, Mandela no los abandonó a pesar de sus abusos en contra de los derechos humanos y la participación de Libia en el atentado de 1988 en el que un vuelo transatlántico de Pan Am fue destruido, matando a 270 personas.

Mandela apoyó los derechos humanos como el núcleo de las relaciones internacionales , en un artículo publicado en la revista Foreign Affairs, justo antes de asumir el cargo en 1994. Sin embargo, también dijo en 1998: Mi política exterior está determinada por el pasado: las relaciones que he tenido con (determinado) país y las contribuciones que han hecho a nuestra lucha.

Nunca vamos a renunciar a nuestros amigos , aseguró Mandela en 1996. (S. Mufson)

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