Derivados, una gran lección

Durante el 2008, en México, las empresas que apostaron por los instrumentos derivados como Comercial Mexicana, Vitro y Cemex, entre otras, no midieron el riesgo de que se pudiera presentar un evento catastrófico (pues nunca antes había sucedido), sin embargo, se presentó , dijo Jorge Alegría, director general adjunto del Mercado Mexicano de Derivados (Mexder) de la Bolsa Mexicana de Valores.

Mencionó que los derivados son instrumentos importantes para controlar y administrar riesgos. Desafortunadamente, hubo empresas que los utilizaron mal .

Dentro de las lecciones aprendidas, Alegría comentó que era necesario tener una mayor supervisión y regulación en cuanto a la utilización y operación de estos instrumentos financieros .

Según dijo, la crisis financiera del 2008, que se detonó con la caída del banco de inversión Lehman Brothers en Estados Unidos, mostró severas deficiencias en la medición de los riesgos al utilizar instrumentos derivados.

Las empresas tomaron riesgos pensando que las personas iban a pagar sus créditos y finalmente se quedaron esperando, lo cual detonó lo que ya conocemos .

Con la nueva regulación en el mundo se miden los riesgos y se busca que el tamaño de las operaciones (no las partes involucradas) que existen sea conocido por los reguladores y por el mercado.

Alegría explicó que en el caso mexicano, el mercado sí tenía control del uso de instrumentos derivados, siempre y cuando estuvieran dentro del sistema financiero, no en empresas comerciales, ni que tuvieran un impacto en el tipo de cambio y en las tasas de interés. Ése es el tema de fondo .

diegoayala@eleconomista.mx