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Opinión

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¿Baja la inflación y suben las tasas?

En junio comentamos sobre el sentido restrictivo que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) había sostenido al haber aplicado una pausa en la cadena de aumentos de tasas de interés que agresivamente instrumentó desde el año pasado (“Pausa Restrictiva”, El Economista, 15 de junio del 2023).

Pues dicha pausa terminó. La autoridad volvió a subir la tasa de interés. Lo había predicho en su comunicado anterior, ahora hay que esperar a ver si la predicción se completa con un segundo incremento; de todos modos, la garantía de tasas de interés altas por mucho rato sigue vigente.

En la conferencia de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell, no dejó mucho que ver en cuanto a las intenciones futuras del Comité de Mercados Abiertos (FMOC, por sus siglas en inglés). Es posible otro aumento en septiembre, pero intentarán ser cuidadosos en la revisión de la información que surja hasta ahora. 

Si usted repasa los titulares de las últimas semanas le debe parecer extraña la decisión. La inflación ha disminuido, incluso en mayor proporción que lo esperado por los inversionistas. En junio la inflación de los últimos doce meses fue 3.0%, muy distinta a los máximos de 9% que se registraron hace un año.

¿Por qué la errática insistencia? Tiene que ver con la inflación subyacente. Este índice excluye el impacto sobre la inflación general de precios como la energía o los alimentos que tienden a variar mucho en periodos cortos.

Nada más vea el ciclo de alza y retroceso del precio del gas natural en el ultimo año para darse cuenta de que eso no corresponde a una tendencia sino a un factor específico como lo fue el inicio de la guerra en Ucrania.

Podemos decir que la inflación subyacente es una inflación menos volátil, más estable. El cálculo existe precisamente para que los banqueros centrales tomen decisiones con base en una tendencia que no esté influenciada por factores de corto plazo.

Se trata de la medición de aumentos de precios en bienes y servicios que responden mas a las condiciones de demanda principalmente.

Haga memoria los dos últimos años, la inflación pego un salto veloz primero a un nivel de 5.0% en 2021 y hasta 9% en junio de 2022, ¿Qué hizo la FED en un inicio? Nada, bajo el argumento de que se trataba de efectos de corto plazo; en el principio de dicho periodo la inflación subyacente, excluyendo el efecto de los precios de la energía y las presiones ocasionadas por la etapa post pandemia, se ubicaba en 3.8 por ciento. 

El año pasado cuando la inflación subyacente alcanzó un umbral de 6.0%, la Fed reaccionó con violencia, reconoció el error de estimación y subió las tasas de un modo no visto en los 40 años anteriores.

La inflación general ha bajado a 3% al disiparse las presiones en los precios volátiles, pero la subyacente ha bajado apenas a un nivel de 4.8% nada cercano al objetivo del 2% que tiene la Reserva Federal. Hay presiones en especial en el rubro de servicios de vivienda y en un mercado laboral rígido que no ha ajustado, el cual es un motor importante de las presiones de demanda que mantienen precios elevados.

En el ciclo entre 2021 y 2023 hemos visto precisamente que la inflación general ha ido y venido en un rango amplio, algo que no ha hecho la inflación subyacente. A diferencia de las ultimas, yo diría décadas, el diferencial entre ambos cálculos se mantiene inusualmente alto. Si las autoridades quieren bajar la inflación y que esta permanezca en niveles bajos deben mantener el enfoque restrictivo, por eso la insistencia.

En México sucede lo mismo. La impresión entre los inversionistas es que las tasas de referencia que ha establecido Banxico son excesivas. Pero aquí la inflación general ha descendido a 5.06% mientras que la subyacente se mantiene en 6.89% muy distante del objetivo de 3.0% del instituto central. Se trata del mismo fenómeno, por eso la pausa prolongada que Banxico mantiene en su postura de política monetaria.

Le puedo decir que la baja en la inflación general tal vez se modere a partir de agosto dado que la base de comparación cambiará (entre mayo y junio del 2022 se registraron las tasas mensuales más elevadas); también asumimos, como todos, que los efectos de las políticas restrictivas causaran un descenso, aunque mas lento, en la inflación subyacente, es lo que hay que observar. Asimismo también le podemos confirmar que las tasas de interés elevadas aun se mantendrán por un buen rato.

*E l autor es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.

perspectivas@invex.com

Twitter: @invexbanco

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