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Opinión

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Cumbres y valles: La Bolsa Mexicana de Valores celebra un buen año

Mientras la BMV se adentra en el 2024, la sabiduría, la paciencia y la agudeza serán cualidades valiosas para los inversionistas. En un mundo donde los cambios políticos y económicos pueden alterar rápidamente el panorama, la capacidad de adaptarse y aprovechar las oportunidades emergentes será clave para el éxito en el mercado de valores.

En un entorno de recuperación económica y expectativas en evolución, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) culminó un 2023 excepcional, destacándose por un crecimiento notable en su Índice de Precios y Cotizaciones (IPC). No obstante, al anticipar lo que viene, el año 2024 se presenta como una etapa de desafíos y posibilidades, influenciada por importantes acontecimientos políticos y cambios en la política monetaria.

El 2023 se destacó como un año de éxito para la BMV. El IPC registró una ganancia notable del 22.36%, alcanzando los 59,682 puntos, un nivel cercano a su máximo histórico de 60,047 puntos, logrado el 26 de diciembre. Este crecimiento, reflejo de la confianza de los inversionistas y la solidez de las empresas mexicanas, ofreció a los participantes del mercado nacionales e internacionales razones para celebrar, con rendimientos que superaron ampliamente las expectativas.

A medida que avanza el 2024, el escenario económico y político muestra una mayor complejidad. Los procesos electorales, tanto en Estados Unidos como en México, emergen como factores que podrían incrementar la volatilidad del mercado, afectando así la toma de decisiones y las estrategias de los inversionistas. Estos acontecimientos políticos tienen el potencial de influir en la estabilidad del mercado, lo que podría resultar en un clima de cautela y expectativa entre sus participantes.

Sin embargo, no todo son desafíos. El 2024 también trae consigo una oportunidad significativa: la expectativa de una baja en las tasas de interés. Esta situación podría incentivar a más inversionistas a canalizar su capital hacia los mercados de capitales, incluyendo el IPC de la BMV. La reducción en las tasas de interés tiende a hacer que la inversión en acciones sea más atractiva, ofreciendo posibilidades de rendimientos más altos en comparación con otras opciones de inversión.

En este escenario mixto, los inversionistas deben navegar con prudencia. La diversificación del portafolio y una perspectiva a largo plazo podrían ser estrategias clave para manejar la volatilidad esperada, aprovechando las oportunidades que surjan. Mantener un enfoque equilibrado y adaptativo será esencial en un año que promete ser tanto desafiante como potencialmente rentable.

El 2024 se proyecta como un año de contrastes para la BMV. Tras un 2023 de récords y crecimiento, los inversionistas deben prepararse para un período de volatilidad política, balanceado con las oportunidades que podría brindar un ambiente de tasas de interés más bajas. Esta dualidad representa tanto un desafío como una promesa para quienes participan en el dinámico mercado de capitales de México.

*El autor es vice president Client Servicing de BBVA Asset Management.

marcos.neumann@bbva.com

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