Lectura 4:00 min
El regreso del MC5
El MC5 está de regreso. El guitarrista Wayne Kramer anunció que una de las bandas de proto-punk más importantes de todos los tiempos vuelve con un nuevo álbum y una gira bajo el brazo, acompañado de una nueva alineación que incluye a Stephen Perkins, baterista de Jane’s Addiction; la bajista Vicki Randle y el guitarrista Stevie Salas. El nuevo álbum del MC5 será producido por Bob Ezrin, quien ha producido álbumes como The Wall de Pink Floyd, Destroyer de KISS y Berlín de Lou Reed, por mencionar algunos, y contará con la participación de Tom Morello, Don Was y Abe Laboriel Jr.
La mítica banda de Detroit entregará este otoño su cuarto álbum de estudio, 51 años después de haber lanzado el High Time e inspirado por los turbulentos tiempos por los que hemos pasado en los años recientes. Para Kramer, sobrevivir a los cuatro catastróficos años de la presidencia de Trump y la devastadora pandemia fueron suficiente inspiración para regresar a componer música y contrarrestar el mal trago con una buena dosis de guitarras distorsionadas.
El MC5 se consolidó en 1965 en la ciudad de Detroit con Kramer y Fred “Sonic” Smith en las guitarras, Michael Davis en el bajo, Dennis Thompson en la batería y Rob Tyner en la voz. El quinteto ofrecía una poderosa combinación de rock and roll con mucha distorsión, altos decibeles, palabras altisonantes y una postura contestataria contra todo el mundo. Su nombre era una contracción de Motor City 5 y, junto con Iggy & The Stooges, la banda ofrecía un sonido grasoso, distorsionado y sin la edulcoración hippie de la costa de California que perfectamente se acoplaba con la turbulencia que ocurría en Estados Unidos a finales de los años sesenta con las protestas contra la guerra de Vietnam, la lucha de los derechos civiles y los movimientos estudiantiles que cobraron relevancia.
En sus memorias The Hard Stuff, Kramer cuenta varios conciertos que fueron interrumpidos por la policía, incluyendo su presentación en la Convención Nacional Demócrata de 1968 en Chicago.
Con ese trasfondo, la música del MC5 reflejaba parte de la violencia, la confusión y el espíritu de rebeldía de aquella generación. La banda produjo tres álbumes con Elektra Records entre 1969 y 1972: Kick out the Jams (1969), Back in the USA (1970) y High Time (1971). Kick Out The Jams está considerado entre los mejores discos en la historia del rock y ha servido de inspiración para bandas como Rage Against the Machine o Primal Scream quienes han homenajeado sus canciones en vivo.
La banda nunca encajó con el idealismo hippie que proliferaba en la costa de California ni tampoco con el pretencioso art rock que estaba surgiendo en Nueva York. Las bajas ventas, malos manejos de la disquera y los problemas personales de sus integrantes llevaron a la desintegración de la banda en 1972.
En 1991, la muerte del vocalista Rob Tyner motivó la primera reunión de la banda. Aunque esta reunión duró poco porque, al año siguiente murió Fred “Sonic” Smith. En 2003 volvió a haber un reencuentro con los tres integrantes sobrevivientes y bajo el nombre DKT/MC5 con Handsome Dick Manitoba, exvocalista de The Dictators en la voz, la banda volvió a los escenarios. Michael Davis murió en 2012.
En paralelo Kramer ha seguido su trayectoria como músico, colaborando en décadas recientes como compositor para producciones en cine y televisión, así como un activista en Jail Guitar Doors, la asociación sin fines de lucro creada por el músico folk británico Billy Bragg que busca proporcionar instrumentos musicales a las poblaciones encarceladas.
Este año la banda ha sido seleccionada una vez más como candidata para ingresar al Salón de la Fama del Rock and Roll. El regreso del MC5 podrá ser cuestionado por pensar que es un aprovechamiento de la nostalgia de los baby boomers por revivir sus glorias del pasado.
Pero 51 años después de haber lanzado su último disco, el MC5 nos sigue inspirando a combatir las injusticias y el caos del mundo actual con una fuerte dosis de guitarrazos distorsionados, un shot de nostalgia y ese rock and roll que sólo ellos saben hacer. Una vez más será momento de unirnos para gritar al unísono: “Kick out the jams!”.