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Opinión

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¿Funcionará la ?estrategia de la Fed?

Sucederá así si la Reserva Federal es capaz de mantener su promesa; se trata de no reaccionar de la forma estándar a un incremento esperado de la inflación.

No, según Charles Plosser, presidente del Banco de la Fed, de Filadelfia. Sí, según el gobernador Ben Bernanke y el presidente del Banco de Chicago (BC), Charles Evans. Desde que en el 2009 inició la recuperación, se han creado 2.7 millones de empleos, menos de la mitad de los 8.8 millones que se perdieron en la última recesión, y apenas suficiente para acomodar el crecimiento natural de la oferta de trabajo. En opinión de Plosser, el lento crecimiento de la economía es causa de factores estructurales, fricción en mercado de trabajo, incertidumbre fiscal, desendeudamiento de los hogares, que la política monetaria no puede corregir. En sentido contrario, para Bernanke y Evans la debilidad de la demanda agregada es el principal obstáculo de la recuperación y puede ser contrarrestado por medio de una política monetaria adecuada.

¿Cómo funciona la política monetaria? En condiciones normales se trata de un asunto ordinario: la búsqueda de una tasa de interés de corto plazo objetivo (libre de riesgo) mediante operaciones de mercado abierto que aumentan o reducen la cantidad de dinero en el sistema financiero. Sin embargo, desde diciembre del 2008 la tasa de interés de política de la Fed se halla entre 0 y 0.25%, haciendo dinero y bonos seguros de corto plazo, casi sustitutos perfectos, ya que la tasa de interés ha alcanzado su límite inferior. La política monetaria tradicional pierde efectividad en el control de la demanda agregada, lo cual es muy grave si la economía tiene exceso de desempleo, como ocurre en EU, Japón y Europa, se vive al borde de una trampa de liquidez.

Bienvenidos a la política monetaria no convencional, señalización y hoja de balance. En una expansión cuantitativa, el Banco Central aumenta el tamaño de su hoja de balance, comprando con el dinero que emite bonos de largo plazo u otros activos. Esto fue lo que recomendó Milton Friedman al banco de Japón en los 90 para salir de la recesión/deflación: comprar bonos del gobierno hasta que el aumento de la oferta monetaria presione a la alza la demanda agregada nominal, creando crecimiento real y/o inflación. Si agotan los activos que el BC pueda comprar, entonces puede lanzarse dinero desde un helicóptero. Ésta es la solución monetarista a la trampa de liquidez. No funcionó porque un sistema financiero quebrado y muy adverso al riesgo mantuvo en sus hojas de balance gran parte de la liquidez creada por el BC, limitando el impacto sobre la oferta de dinero.

El llamado canal de portafolio es la racionalización keynesiana de la expansión cuantitativa. Según la teoría, casi todos los activos son sustitutos imperfectos, la compra de activos con dinero del BC incrementa el precio de éstos y de otros activos sustitutos, por ejemplo los precios de bonos corporativos y soberanos, acciones, mercancías básicas y de activos reales. Directa e indirectamente esto estimula la demanda agregada.

Otra ruta de escape de la trampa de liquidez es la señalización. Advertir que la tasa de interés de corto plazo será mucho más baja durante un periodo considerable de las que la economía requeriría en condiciones normales. Se trata de una promesa de no reaccionar de la forma estándar a un incremento esperado de la inflación hasta que el desempleo regrese al equilibrio. Ésta es la nueva estrategia de la Fed, aquí la expansión cuantitativa apoya, haciéndola más creíble, la política de señalización y no al revés, como se percibe comúnmente.

rfeliz@eleconomista.com.mx

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