Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

¡Qué buena inversión!

Soy dueño de un viejo reproductor de videos en formato VHS que aún funciona y debo 700 pesos del crédito con el que lo compré. Ante las nuevas tecnologías, el aparato ya me es obsoleto; me dan 300 pesos por él como chatarra. Pero se presentó un señor López que me hace una oferta no solicitada para comprármela en 3,500 pesos y asumir la deuda. Pues como va, ¿no? El señor López me dice que con ese aparato podrá ser autosuficiente para ver películas y no depender del streaming.

Algo similar acaba de hacer el gobierno con la adquisición de Shell del 50% restante de la refinería de Deer Park en Texas, mediante una oferta no solicitada por 596 millones de dólares. Lo primero que salta a la vista es ¿por qué gastar más de 10,000 millones de dólares en el proyecto inviable de Dos Bocas, cuando se pueden adquirir refinerías por 1,200 millones de dólares? Esta operación no está contemplada en el plan de negocios de Pemex por lo que no tiene presupuesto asignado. Pero los recursos saldrán del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y de Banobras, un despilfarro para satisfacer un capricho presidencial. ¿Aprobamos la mayoría de los contribuyentes que se destinen fondos a ese uso? Además, Deer Park ha registrado pérdidas en los últimos dos años que Pemex como socio también ha tenido. Para colmo, Moody’s le acaba de bajar la calificación.

La justificación tiene varias falacias: (1) “Seremos autosuficientes en gasolinas en 2023 sin necesidad de importarla”. No, en el registro de comercio exterior lo que Deer Park mande a México seguirá siendo una importación. (2) “Fortalece la soberanía energética y a Pemex”. No, el argumento de la soberanía está fuera de época y no fortalecerá a Pemex pues éste tendrá una asunción de deuda de Deer Park por 980 millones de dólares y tendrá que invertir en su mantenimiento y rehabilitación. Además, Estados Unidos exigía a Shell reducir paulatinamente las emisiones de CO2, lo cual ahora deberá cumplir Pemex y ello tendrá costos adicionales. (3) “El petróleo es un buen negocio”. No en un mundo que se está alejando de las fuentes fósiles de energía. (4) “Pemex puede operar Deer Park con un máximo rendimiento”. No, en su operación de las refinerías existentes en México, Pemex ha demostrado su mal manejo con accidentes frecuentes, grandes pérdidas económicas, usando equipos obsoletos, huachicoleo, alto grado de contaminación ambiental y ausencia de mantenimiento. (5) “Ya no habrá alzas de precios en las gasolinas”. No, esto es demagógico, a menos que se adopte un mecanismo de control de precios que lleve a pérdidas cuantiosas. En conclusión, si bien ya fue un error adquirirla, Pemex y el gobierno deberán operarla con criterios técnicos y de rentabilidad. Pero una vez más, López Obrador muestra que su modelo de desarrollo energético se maneja con criterios políticos, desdeñando la racionalidad económica de la que tanto adolece.

Precisamente para que haya contrapesos a este tipo de decisiones discrecionales del presidente, es que con nuestro voto evitemos que Morena alcance la mayoría calificada en la Cámara de Diputados. Este domingo, como nunca, se requiere de tu voto.

Twitter: @frubli

Temas relacionados

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas