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Sufragio y relección
Referéndum. O Plebiscito. La cita en las urnas fue definida por la oposición: el futuro del país debe ser la continuidad de la Cuarta Transformación o un cambio de régimen. Sin aparecer en la boleta, AMLO se mantuvo permanentemente en la discusión pública. Sus iniciativas de reformas legales enrutan la agenda electoral.
El final de la campaña no podía ser otro: Claudia Sheinbaum prometió que velará por el legado de AMLO. ¿La dictadura perfecta 2.0? Ladrillo a ladrillo, ha quedado desmontado el viejo régimen. El arquitecto del nuevo edificio entregará el poder dentro de cuatro meses, pero su obra quedará concluida.
¿Una simipresidenta? Sheinbaum se ha presentado a sí misma como una fuerza de continuidad, con su «propio sello», prometiendo seguir «los mismos principios» que su predecesor —como la continuación de los esfuerzos para reducir la desigualdad y la pobreza, y la realización de grandes proyectos de infraestructura.
Por primera vez como partido en el poder, Morena se someterá a la prueba de las urnas. Y sin AMLO en la boleta, pero como un protagonista del proceso político-electoral.
La narrativa cuatroteísta obvia un hecho incontrovertible: AMLO ha sido el presidente más poderoso en los últimos 50 años. La apertura comercial y el sistema de partidos heredados por Carlos Salinas de Gortari propiciaron justamente las condiciones que permitieron la emergencia del político tabasqueño como líder de una izquierda nacionalista.
Las protestas por los fraudes electorales lo llevaron a un sendero que cubrió todos los municipios del país. En el camino perfeccionó su capacidad para interpretar el ánimo de la mayoría, pero también para desatar los nudos del viejo sistema construido por el bipartidismo, en lo que permutó la dictadura perfecta.
Los programas sociales y las benditas redes sociales son los soportes de la Cuarta Transformación. El acuerdo presidencial —está por comprobarse el próximo domingo 2 de junio— podría ser equivalente a la votación efectiva que reciba el oficialismo, con triada partidista.
El salinismo quiso solidificar la transición a la democracia con el PAN. El ciclo de la alternancia quedó cerrado en el 2018, con la unción del político tabasqueño en la Presidencia de la República, después de tres intentos.
Ante la injerencia del Ejecutivo federal en el proceso electoral, en círculos empresariales y académicos comenzó a utilizarse un término antiguo para retratar al momento actual: el regreso de la dictadura perfecta. Pocos han ido más allá al sugerir, en vísperas de las votaciones, que viene un nuevo callismo.
¿La restauración del sistema de partido hegemónico? ¿MC será la nueva oposición leal?
Antes, habrá que resolver los dilemas de Claudia Sheinbaum. ¿Qué tipo de liderazgo construirá desde la Plaza de la Constitución? ¿Finalmente será ella misma? Si no se lograra el “plan C”, Sheinbaum quedaría en plena libertad de construir un gobierno libre de herencias y ataduras.
El primer problema de Claudia es Morena, creación personal de AMLO.