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Venezuela ya compite con Nicaragua
Un dictador nunca organiza elecciones limpias.
Maduro, con su “victoria”, sanciona y castiga a millones de venezolanos que tuvieron la esperanza de que el dictador viajara exiliado a México.
A lo largo de los gobiernos de Maduro, Venezuela ha perdido más del 75% del valor de su economía, y pese a ello el régimen cree que merece la permanencia perpetua en el poder.
Los gobiernos democráticos de la región van a responder pidiendo a Maduro una auditoria sobre los votos ya que su órgano electoral carece de credibilidad.
El régimen de Maduro preparó para la tarde de ayer una operación destinada a desactivar la esperanza y la euforia que la oposición trabajó durante los meses recientes.
El primero en salir a medios de comunicación fue Jorge Rodríguez, brazo criminal de Maduro durante los años duros de represión en las calles (2016-2020); en la actualidad y formalmente ocupa la presidencia de la Asamblea.
Vale la pena recordar que Rodríguez envió a sus hijos a México para que no atestiguaran su brazo criminal. El propio Rodríguez visitó la cancillería mexicana cuando Marcelo Ebrard la encabezaba.
Ayer, por la tarde, Rodríguez dijo que no podía adelantar resultados pero sí mostrar su cara sonriente, dando a entender que Maduro se llevaría la victoria. Algo más, dijo que ya tienen un plan de trabajo en beneficio de todo el país; cínicamente cortó la frase para decir que no podía hablar antes de que se dieran a conocer los resultados.
El segundo funcionario en salir frente a los medios la tarde de ayer fue Vladimir Padrino, cabeza del ejército y rehén de Maduro desde el 30 de abril de 2019 cuando abandonó el plan de golpe de Estado contra Maduro.
Ayer 28 de julio, Padrino dijo que no hay opción de guerra, solo de paz ¿Qué quiso decir?
La opositora Delsa Solórzano ofreció una conferencia de prensa a las 21:40 horas (tiempo de Caracas) para denunciar al Consejo Nacional Electoral (otro rehén de Maduro) por no compartirles todas las actas de votación, pese a ello, Solórzano mostró optimismo al dar a entender que con las actas que la oposición tiene, la diferencia a favor de Edmundo González (María Corina Machado) era lo suficientemente amplia sobre el dictador Maduro.
A las 22:41 horas, ya eran 10 países latinoamericanos los que apoyaban el respeto al voto de los venezolanos: Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
México, en silencio. La canciller Alicia Bárcena confesó a algunas personas que México le abriría las puertas al dictador en caso de que necesitara abandonar su país.
Maduro no vivirá en México. Se queda en su palacio.
@faustopretelin