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Política social de AMLO, sin datos en efectividad para reducir pobreza
Para este año, el gobierno federal tiene previsto gastar un total de 3.4 billones de pesos en programas sociales.
A cuatro años de que se implementara la política social de la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador, especialistas en la materia coincidieron en que todavía no se ha probado su efectividad para reducir aspectos estructurales de la pobreza en México.
Cuestionaron también la manera de dispersión de los recursos y, sobre todo, qué extracto social es el que se ha visto beneficiado, ya que señalaron que no son los más pobres quienes reciben los recursos del Estado.
Este gobierno aumentó notoriamente las transferencias monetarias que van a los programas sociales, eso es positivo, el problema es que se hayan concentrado esas transferencias en los menos pobres, eso es negativo”, explicó Rodolfo de la Torre, director de Desarrollo Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
El especialista indicó que a largo plazo gastar más en los que menos lo necesitan no es la mejor forma de utilizar el presupuesto, además señaló que se ha priorizado más lo monetario a los servicios fundamentales que son los de salud y educación.
“Las personas tienen más dinero en el bolsillo, pero sus centros de atención a la salud y educativos se encuentran peor”, dijo.
La pobreza ha aumentado, pero gran parte de ella es inevitable asociarla a la pandemia, sin embargo, han existido algunos descuidos totalmente atribuibles al gobierno, consideró de la Torre.
“Se ha perdido el derecho a la salud para gran parte de la población, aproximadamente 6 millones de personas se quedaron sin éste antes de la pandemia (…) Se ha gastado más sin ser efectivo, algunas cosas han empeorado: salud y educación y otros factores, que no son programas sociales. Con el alza al salario se ha ayudado a que no aumente”, reconoció.
Uso electoral
Por su parte, el director de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez resaltó el cambio profundo en la política social y el crecimiento en los recursos destinados a los programas sociales, sin embargo, señaló que el riesgo de uso político-electoral también ha aumentado.
“En contraste, los mecanismos para evitar su uso político-electoral son menores y los esfuerzos por mejorar, por ejemplo, las reglas de operación o los mecanismos de vigilancia social, son vistos como costos y no como inversiones”, abundó.
Dentro de su análisis, el experto consideró que los programas implementados han “pagado bien” políticamente hablando.
“Dispersar recursos no es necesariamente un error, pero su efectividad de corto plazo podría no ser suficiente para resolver los problemas que han mantenido a México como un país rico lleno de inmensas desigualdades”.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señala que el objetivo de los programas sociales es acortar las brechas existentes entre los grupos vulnerados y el resto de la sociedad, con el fin de avanzar en la búsqueda de igualdad de oportunidades.