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Próximo director de Pemex conoce el sector, es cercano a Sheinbaum, pero le fata experiencia en gestión operativa
Es positivo que el nuevo director pueda tener una línea directa con la presidenta de la República, aunque le falta experiencia como funcionario o en la dirección de una empresa de la magnitud de la petrolera mexicana, señalan consultores del sector.
La cercanía de la hoy presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo con quien será el próximo director general de Petróleos Mexicanos, Víctor Rodríguez Padilla, es positivo para la empresa, porque puede tener una línea directa con la mandataria; sin embargo, su inexperiencia en la parte operativa de dirección en una compañía de esa dirección es lo que genera inquietud sobre su desempeño, según analistas.
Gonzalo Monroy director de la consultora especializada en el sector energético GMEC expuso que se trata de un académico que no cuenta con experiencia técnica u operativa en la parte del petróleo.
Rodríguez Padilla es licenciado en Física y maestro en ingeniería Energética por la UNAM y doctor en energía por la Universidad Grenoble, de Francia. Ha sido asesor en la Oficina de los Consejeros Independientes en Pemex Corporativo, asesor en la Oficina de los Consejeros Profesionales en la misma empresa y miembro consultor en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), además de profesor en el Departamento de Sistemas Energéticos de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
En opinión, Gonzalo Monroy dadas las condiciones en las que se encuentra la empresa, lo que se necesita es un perfil más técnico y menos un ideólogo.
Asimismo, dijo que es muy posible que tendrá problemas de asimetría en el manejo de información respecto de los empleados que manejan a Pemex día a día, lo cual puede resultar problemático cuando le presenten diferentes proyectos.
Por su parte Ramses Pech, Analista y asesor de la industria energética, destacó que el nuevo director tiene conocimiento en el sector energético, pues ha sido asesor en la Oficina de Consejeros Independientes de Pemex, pero, habría que observar qué tanto tiempo le tomará pasar la curva de aprendizaje, lo cual va a depender del primer círculo de funcionarios que tenga, sobre todo de quiénes sean designados como directores de Exploración y Producción, Transformación Industrial y Logística.
“Lo relevante no es si tiene o no experiencia, sino tomar decisiones en forma rápida y tener claro en dónde se debe ejecutar el presupuesto”, abundó.
En opinión de Gonzalo Monroy, dado lo que ha escrito Rodríguez Padilla y lo que ha dicho sobre Pemex, parece que su diagnóstico sobre la compañía es que su problema es que paga muchos impuestos o que le quitan sus recursos, lo cual no es cierto, pues lo que reflejan sus estados financieros son producto de falta de capacidades, tecnologías, conocimientos, exacerbadas por un modelo de negocio que apuesta a la refinación y transformación industrial.
Si uno revisa la cantidad de dinero que se le ha dado en este sexenio vía transferencias del gobierno, baja en la tasa fiscal, condonación de impuestos y otros mecanismos, se da cuenta que este es el sexenio en que menos impuestos pagó.
Lo grave es que, aun así, la producción petrolera está a la baja y la deuda está prácticamente como al inicio del actual gobierno. Además, no hay ningún prospecto en la parte de exploración que prometa que las cosas pueden ser diferentes. “Piensan que el problema de Pemex es de dinero; es de todo, menos de dinero”, abundó.
En ese sentido, Ramses Pech mencionó que la duda es de dónde se va a sacar el dinero para ampliar el campo de acción de Pemex a las áreas de litio y generación de electricidad mediante el uso de energías eólica y solar, como se ha anunciado.
La duda surge porque 2024 se redujo el presupuesto para Pemex. La pregunta es ¿se va a aumentar el presupuesto? y si se va a aumentar ¿de dónde va a salir?, abundó.
Por otra parte, Gonzalo Monroy indicó que entre los retos inmediatos que habrá de enfrentar el nuevo director es la fecha de pago de deuda por 7,000 millones de dólares en los primeros días de septiembre a empresas de servicios y otro pago por 1,500 millones de dólares en diciembre.
Para el analista, lo relevante del primer mensaje del designado funcionario es que ha dejado claro que la intención del gobierno es seguir ahondando “en un modelo que ya no da más”.
Tendrán un problema si la intención es que la inversión privada se limite solamente a contratistas, es decir a empresas de servicio.
Al respecto, Ramses Pech, quien es socio de Caraiva y Asociados, llamó la atención en que la oportunidad que tiene, hoy Pemex es que Morena y sus aliados en el Congreso, tienen mayoría calificada en la Cámara de Diputados y una mayoría considerable en el Senado, como para eliminar de la Ley de Ingresos, la obligación de Pemex de recaudar el IEPS, IVA y todo lo demás, que se le exige recaudar, lo cual estresa a la empresa.
Además, ver que la deuda de Pemex pase a la nación y que ella solo pague los costos financieros y la reducción de capital.
El analista destacó que Pemex es una empresa productiva del Estado, que hoy no le tiene que reportar de forma directa ni a la secretaría de Energía ni a la de Hacienda, pero, al convertirla en una empresa estatal, como es la intención de la presidenta electa, significará que ahora sí tendría que reportarse con esas dependencias del gobierno federal y tendrán mucho peso en cualquier decisión que tome la petrolera.
El problema es que como van a desaparecer la Comisión Nacional de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (el viernes pasado se aprobó en comisiones de la Cámara de Diputados y seguramente se aprobará en el pleno el próximo mes), Pemex estaría legalmente en una zona gris porque caería en conflicto de interés, porque esos órganos autónomos en vías de extinción son los encargados de dar todos los permisos y, consecuentemente, las empresas privadas no tendrían piso parejo en el mercado.