Repudio a ley Arizona, el acierto de Calderón

A cuatro años del gobierno del presidente Felipe Calderón, es hora de que se establezca una nueva unión en materia de política exterior con Estados Unidos, dice Genaro Lozano, académico del ITAM e integrante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.

México debe centrar sus políticas hacia América del Norte para una mejor integración, pues el actual Tratado de Libre Comercio no ha logrado reducir los flujos migratorios ni la disparidad económica y comercial entre estas dos naciones.

Explicó que sin desatender la relación con América Latina, existe un gran pendiente en materia de agenda con la Unión Americana, si bien la canciller Patricia Espinosa no es protagonista y ha sabido responder ante emergencias, la relación con el vecino del norte debe trascender más allá de la lucha contra el narcotráfico, comercio y migración.

Durante este periodo presidencial, fue un acierto que México respondiera ante la corte de justicia de Estados Unidos con un documento y el apoyo de 11 gobiernos latinoamericanos contra la ley Arizona, exponiendo las razones de su anticonstitucionalidad.

Se puede culpar al gobierno Mexicano de no hacer nada, de un desentendimiento muy fuerte con Estados Unidos; sin embargo, esta ley obedece a una dinámica interna que ningún tipo de diplomacia pudo haber detenido , aclaró.

Migrantes, un tema pendiente

Dentro de los pendientes del gobierno federal está el tema de la protección a los migrantes y transmigrantes que pasan por nuestro país, dijo Pia Taracena, internacionalista de la Universidad Iberoamericana.

Al respecto, Genaro Lozano coincidió en que con los 72 indocumentados muertos en Tamaulipas, las autoridades federales no reaccionaron con prontitud, lo que exhibió la falta de contundencia al aceptar que nuestro país tiene un problema de protección a los migrantes: No están protegidos por ningún tipo de leyes del sistema migratorio mexicano; al igual que el de Estados Unidos, este sistema está roto .

Por otro lado, Pia Tarracena reconoció que fue a partir de este sexenio que la mirada de la política internacional volvió a postrarse ante países latinoamericanos, lo que resulta positivo, pues al diversificar su presencia, se tienen mayores proyecciones comerciales, culturales y sociales a nivel internacional. Destacó que la agenda internacional mexicana está supeditada ante la de seguridad, pues ante el clima de violencia la imagen del país se ha visto deteriorada, por lo que es imperativo redireccionar las estrategias.

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