Buscar
Política

Lectura 4:00 min

Sicilia pide dejar el odio y buscar ley que abone a la paz

Parafraseando a César Vallejo, el poeta respondió a las críticas por haber ofrecido la mejilla al senador Beltrones; el poeta confió en que puedan llegar a un acuerdo con el Congreso en la Ley de Seguridad Nacional.

Con el bote en la mano y siempre besucón, a Javier Sicilia pocos se le podían resistir cuando pedía: Un peso por la paz . El más reservado se acercaba para exclamarle un sentido: Estamos contigo .

Un beso y un abrazo eran la respuesta del escritor, líder de Movimiento Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad, a los capitalinos que ayer respondieron a su llamado de cooperar económicamente para la segunda caravana que realizará en septiembre, esta vez hacia el sur de México hasta llegar a Guatemala, con el propósito de recoger las voces de los migrantes centroamericanos que son agredidos por los delincuentes o por las autoridades mexicanas en su intento por llegar a Estados Unidos. Familias y jóvenes fueron los grupos que mayormente respondieron al llamado del movimiento por la paz, encabezado por el intelectual.

Sicilia -acompañado de sus seguidores- arribaron poco antes de las 10 de la mañana de ayer al Zócalo del Distrito Federal para promover la campaña: Un peso por la paz.

En el piso pintaron la palabra paz y una figura de una golondrina. Ahí, quienes comparten su lucha depositaron desde 1 peso hasta billetes de 50, 100 y hasta 500 pesos.

Los colectivos que integran ese movimiento social promovieron poesía, danza, arte visual, música, fotografía y trabajo artesanal para llamar a la aportación de recursos. Hasta Julio Hernández Sicilia, sobrino del poeta, hizo su debut como cantante de trova.

EL DIÁLOGO NO ESTÁ CANCELADO, DICE

Siempre con un cigarro en la mano, Javier Sicilia abrió un espacio en su campaña para platicar con los reporteros sobre su rompimiento del jueves con el Congreso, como rechazo a la aprobación en lo general de las reformas a la Ley de Seguridad Nacional. A los líderes del Congreso, como los diputados Josefina Vázquez Mota y Javier Corral (PAN), y los senadores José González Morfín (PAN), Jesús Murillo (PRI) y Carlos Navarrete (PRD) que lo llamaron a no abandonar el diálogo sobre las reformas en materia de seguridad y justicia, Sicilia les respondió que el diálogo no está cancelado.

Hubo confusiones, creo que están dando mejores mensajes. Yo no estoy interrumpiendo nada, los procesos legislativos no nos competen; nos compete la moral, la ética, los seres humanos y eso no es de procedimientos, es de justicia y dignidad , puntualizó.

Les ofendió a los diputados que los dejaras plantados el jueves , espetó una reportera, a lo que Sicilia respondió: A nosotros también nos dolió que hayan aprobado ese dictamen sin avisar, sin hablarnos, a dos días de que nos sentáramos a platicar, pero estamos en las negociaciones y creo que se puede llegar a un acuerdo , afirmó.

También dijo confiar en que una vez que se integre a la conferencia parlamentaria de los legisladores, éstos acepten construir un dictamen con las características que exige su movimiento: Confiamos en que se haga una ley ciudadana, de seguridad humana confiamos en que sea una ley que abone a la paz y no a la guerra, confiamos en que sea una ley que abone a la paz y no a la guerra , detalló.

EL VERSO COMO ARMA PARA LA PAZ

Luego, Sicilia subió a un templete, justo al lado de los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que también botean y hasta venden alimentos y dulces en las carpas que tienen instaladas en el Zócalo para recabar fondos para el movimiento.

El escritor leyó un poema del peruano César Vallejo: Me vienen, unos días, unas ganas de besar al cariño... de querer amar al que me odia . Y utiliza ese verso como argumento para quienes lo critican por ser tan besucón , como lo hizo con el líder del Senado, Manlio Fabio Beltrones (PRI).

El escritor y también víctima de la guerra contra el crimen bajó entonces del templete para iniciar un recorrido por la transitada calle Francisco I. Madero del Centro Histórico de la ciudad de México para pedir de propia voz la

cooperación entre los transeúntes.

jmonroy@eleconomista.com.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas