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¿Cerca o lejos de los estándares ASG? La amenaza del cisne verde

Después de la COP 26 de Glasgow, sin duda, hubo varios sin sabores que nos dejan preocupados en relación al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) para 2030, en cuanto a las metas globales de reducción de la huella de carbono y del efecto invernadero, principalmente. La agenda se ha marcado por los temas del cambio climático y no por los factores Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), por lo que es importante ponderar el impacto de las disposiciones y regulaciones en esta materia.

Existe la percepción —en el caso de México, y también en Latinoamérica— de que el gobierno actual no está haciendo lo necesario para enfrentar los compromisos mundiales asumidos y, por lo tanto, en general, no tiene claro el planteamiento y la estrategia sobre esta asignatura. Por lo tanto, es importante señalar lo que sucede en esta materia, sobre todo para conocimiento de la comunidad de negocios, que es la que en principio tendría que ponderar el impacto de las disposiciones y regulaciones que van surgiendo.

Acciones en el sistema financiero

El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, del cual forma parte la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), auspicia al Comité de Finanzas Sostenibles (CFS) conformado por diversos grupos de trabajo para afrontar la agenda de Finanzas Verdes con el objetivo de desarrollar la metodología que las instituciones financieras deberían utilizar para traducir los impactos en relación al cambio climático y poderlos sopesar, así como conocer la taxonomía que como país deberíamos adoptar para tener unificación y consistencia; además de tener un plan de divulgación sobre las acciones que las entidades financieras deberían hacer en esta materia.

En ese sentido, el Grupo de Divulgación de Estándares Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) presidido por la CNBV, emitió el pasado 29 de abril, junto con la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, un comunicado anunciando la herramienta de autodiagnóstico ASG y riesgos relacionados con el clima para las instituciones que integran el sistema financiero mexicano, con el objetivo de generar un diagnóstico sobre el nivel de integración de factores y riesgos relacionados con el clima en su operación y divulgación de información no financiera. La herramienta fue desarrollada en colaboración con el Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI), con apoyo del gobierno del Reino Unido, con la finalidad de incluir las mejores prácticas internacionales en la materia y que, de esta forma, las divulgaciones estén a la vanguardia a nivel mundial. La puesta en marcha sienta las bases para desarrollar a mediano plazo la normativa correspondiente, señala el comunicado.

Los diagnósticos, certificaciones, estrategias y principios en materia ASG y riesgos relacionados con el clima no son nuevos. El sector financiero ha avanzado en exigir para sus inversiones que los acreditados cumplan con obligaciones concretas en estos ámbitos y a futuro se esperan regulaciones vinculantes que llegarán para quedarse en el mundo empresarial, como ya se están dando en diversos países desarrollados.

Por ejemplo, a partir del 1 de abril de este año, las Afores deben incorporar en los estados financieros que emitan los aspectos ASG en sus estrategias de inversión con el objetivo de generar rendimientos atractivos y sostenibles en favor del retiro de los trabajadores; sin embargo, aunque esto es un avance aún falta pues no se indica cómo tienen que llevar a cabo estas divulgaciones o qué metodologías deben utilizar, lo cual abre el abanico a múltiples posibilidades. Lo interesante de esta regulación es que ya había sido emitida desde hace algunos años.

Cuidado… un Cisne Verde en la mira

Las medidas ASG son criterios basados en la responsabilidad social y la sostenibilidad que contemplan sistemas de prevención de riesgos y acciones frente a las causas y efectos del sobrecalentamiento global provocados por el cambio climático que se atribuyen, principalmente, a las emisiones atmosféricas de gases de efecto invernadero (GEI), la deforestación y tiraderos de basura que impactan en el medio natural, la población, la infraestructura y, por consiguiente, en las finanzas. Este impacto fue calificado por el exgobernador del Banco de México y actual gerente general del Banco Internacional de Pagos (BIS), Agustín Carstens, como un cisne verde que puede afectar todas nuestras actividades y las de las empresas que nos suministran bienes y servicios. La dimensión del impacto aún no se conoce, advirtió Carstens.

En diversos países ya se han impuesto regulaciones que obligan a las empresas a adoptar los criterios ASG y tomar acción, tanto en la implementación de medidas internas como en la discriminación de agentes en las cadenas de suministro que no hayan adoptado y no reporten acciones e inversiones basadas en criterios ASG. Es de esperar que todo el sector financiero, así como las empresas que cotizan en bolsa, terminen por regularse en la adopción de estos principios y criterios. Pero, incluso sin regulación, la tendencia de los mercados es buscar receptores de inversión que garanticen fructíferos retornos y una pieza fundamental será que las empresas se sujeten voluntariamente a acciones de este corte, tanto el monto de sus inversiones relacionadas como en la transparencia de las medidas adoptadas mediante su publicación en los estados financieros.

Es por ello, que la comunidad financiera debe irse vacunando para conocer el grado de adhesión que pudiera tener en relación con los estándares emitidos; para ello se recomienda hacer el ejercicio de la herramienta de autodiagnóstico para lo que puede servir el video introductorio sobre la descripción de la herramienta.

Generalizar la importancia y aplicación de herramientas

Algo que es muy relevante observar es que, aunque hay gran interés por la adopción de estos estándares, solo las multinacionales más grandes y sofisticadas están adoptando mediciones precisas y con metodologías consistentes, mientras que hay un universo que sabe que tiene que trabajar con este tema, pero no lo ha abordado con suficiencia, ni lo ha discutido en sus Consejos. La encuesta más reciente de PwC (25th anual survey) muestra que para los CEOs los temas ASG están en su lista de prioridades, pero en los últimos renglones. Los riesgos cibernéticos, económicos y los relacionados con la salud (como consecuencia de la pandemia que hemos afrontado) son su prioridad.

A pesar de que los ASG han aumentado en importancia e interés, la realidad es que el bono anual y la compensación de la alta dirección siguen orientados a las métricas financieras y del negocio, y temas como la inclusión o el trabajo con los GHG (Greenhouse gas emisión targets), aunque son considerados, aún no están alineados. El tiempo sigue corriendo. Debemos tener presente la consecuencia de ir contra corriente y de no adoptar de una forma efectiva las herramientas que nos permita afrontar el gran reto que tenemos. El cisne verde está presente.

* El autor es Exvicepresidente de Política Regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

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