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Arte e Ideas

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121 artistas ilustran La Tabla de los Elementos

La publicación reunió a 121 creadores, 12 escritores y científicos, 20 personas involucradas en la fotografía, corrección de estilo, comunicación y difusión, diseño museográfico, entre otras tareas.

Me gustaría pensar que este libro permite que el arte y la ciencia se abracen, quiero suponer que es también una afirmación contundente de que el arte siempre será el mejor antídoto contra la incertidumbre global y cualquier amenaza que atente contra la libertad y la inteligencia.”

Maribel Portela, en representación de los artistas participantes.

Como una obra de diplomacia artística y científica de México para el mundo, así fue descrita la publicación editorial denominada La Tabla de Elementos. Este miércoles fue presentada en el Palacio de Minería con la asistencia del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad; el rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, además de científicos y artistas invitados. 

En el evento, el canciller mexicano reconoció que no había visto algo así en todo el tiempo que lleva en el servicio público, que se hiciera una combinación entre ciencia y arte. “Me parece que es de felicitarse y reconocerse que algo así se esté presentando, será algo que nos llene de orgullo en todo el mundo”.  Dijo que la invitación llegó por parte del estado de Hidalgo, “es raro que un gobernador se preocupe por la ciencia, es de reconocerse y destacarse que se promuevan este tipo de actividades” e invitó a otros estados a que lo hagan. 

Aseguró que una política exterior sin una visión científica y cultural es difícil de imaginar, “porque no ocuparíamos el lugar que a México le corresponde”. Por ello dijo que asumiría la invitación, para que esta publicación y las obras de arte que le acompañan, se puedan promover en varios países. “Estamos por decidir cuál será la presencia cultural y científica de México en los foros que tenemos en 2023, yo les garantizo, y si me lo permiten, lo presentaremos en París, Madrid, Washington, Tokio, China e India, que son las invitaciones que tenemos hasta ahora”.     

Ebrard concluyó diciendo que todo lo que puedan hacer desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, para fortalecer la actividad científica y tecnológica, el arte y las humanidades, será bienvenido. 

¿Cómo surgió el proyecto?

José Franco, coordinador del Programa de Arte, Ciencia y Tecnología de la UNAM, explica que esta publicación es producto extraordinario de un proyecto que idearon María Luisa Passarge y Rogelio Cuéllar. Se reunió a 121 artistas plásticos y a un grupo de científicos y divulgadores para generar una obra que a su vez es un homenaje a la vida y obra de Dmitri Mendeléyev, personaje que ordenó los elementos químicos en una tabla y que ha sido fundamental para el desarrollo de la ciencia en el siglo XX, además de que representa el ADN de la materia ordinaria del universo. 

El proyecto fue auspiciado por el Programa de Arte, Ciencia y Tecnología que en 2016 fue ideado por el rector Enrique Graue y el entonces secretario de Cultura Rafael Tovar y de Teresa. Dentro de este programa se ideó la primera y única convocatoria para generar de proyectos de ciencia y arte que se ha hecho en el país. 

Fueron más de 400 propuestas participantes, de las cuales se seleccionaron 25, una de ellas fue La Tabla de los Elementos, que confluyó en una exposición en el Museo Universum en 2019, luego se pensaba itinerar y el estado de Hidalgo mostró interés, pero debido a la pandemia esto no se pudo, en su lugar, con la batuta de Lamán Carranza, titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva del estado, se tomó el catálogo de la exposición y se transformó en un libro. 

María Luisa Passarge y Rogelio Cuéllar, creadores del proyecto y publicación, aseguran que la culpa de todo es de Oliver Sacks, neurólogo británico que falleció en 2015 y que fue el detonador de este proyecto, que concluyó con 119 piezas. 

“Con esta presentación hemos cerrado un ciclo”, dijo Cuéllar, con este catálogo impreso se logra ayudar a la formación de públicos y lectores, permiten al espectador no depender de la memoria para obtener el registro de la vivencia y relacionar lo visto y lo vivido en la exposición. 

Compartió que la convivencia con 121 artistas que aceptaron plasmar en un bastidor un elemento químico ha sido inolvidable, “a lo largo del proyecto sostuvimos largas conversaciones en sus hogares y estudios, también hablamos de la vida, la familia, el arte y la ciencia, bases para lograr un mejor país”. 

“Se trata entonces de una embajada cultural de México a través de la ciencia y el arte, un poderoso mensaje de diplomacia y reconocimiento a la creatividad mexicana”, recalcó el fotógrafo.  

Los elementos químicos y el arte permanecen, lo demás es efímero

El gobernador Omar Fayad, como promotor de la publicación, asegura que el diálogo generado entre los elementos químicos y el arte, constituye un manifiesto cultural para la ciencia, sus valores mundiales y su trascendencia social. 

“Esta bella obra tiene un profundo significado, es una interpretación del arte de la tabla periódica de los elementos, una representación de la cultura en la ciencia de una de las más grandes innovaciones humanas”. Recordó que ha sido descrito como el mapa más hermoso de la humanidad para navegar por las entrañas de los átomos y dominar las transformaciones de la materia, “es un lenguaje y un patrimonio de la humanidad y hoy se presenta en una nueva interpretación de México para el mundo”. 

Por su parte, el rector Enrique Graue compartió que en las páginas de este esfuerzo editorial, se reúne lo mejor del ser humano, “el genio científico, el rigor metodológico y el deseo de progreso. Ahí está el polvo de estrellas que dio origen a la vida, al color que nos rodea y las manifestaciones artísticas en toda expresión humana, porque ciencia y arte siempre han estado unidas y son elementos indisolubles de nuestra humanidad”. 

Concluye que esta edición también es una prueba de que cuando las instituciones trabajan en forma conjunta, los límites se diluyen y se multiplica el alcance de los logros individuales. “Este libro evoca todo eso, ciencia, arte y colaboración”.  

nelly.toche@eleconomista.mx

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