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Guerra contra las drogas", algunas batallas ganadas
De acuerdo con científicos que participan en la creación de las políticas públicas en la materia y que asisten?al ESOF 2014, la prohibición no ayuda del todo y hace falta trabajar en educación.
Copenhague, Din. El Foro Abierto de Ciencia Europea (ESOF) dedicó una de sus sesiones especiales de Hot Science (donde hot más que caliente podría ser traducido como en boga o, en el caso que nos ocupa, como urgente o polémica) al tema Guerra contra las drogas con el largo subtitulo Y qué hacer mientras aumentas las divisiones entre países con políticas represivas y los que tienen enfoques de salud pública y mientras EU vacila .
Se presentaron el exitoso caso de Escocia y el en vías de éxito en Georgia, y una parte del panorama de Ucrania, un dramático experimento involuntario que permite contrastar los inicios de una política de salud pública contra la represiva que impuso Rusia en la península de Crimea y en la parte este del país.
Los ponentes, científicos que participan en la creación de políticas publicas en la materia en sus países de origen, se preparan para la reunión que se hará en Viena en el 2016, convocada por una iniciativa mexicana en el 2012, y coinciden en que si hay algo que aprender sobre México, es que a veces se necesita caer en una enorme crisis para empezar a cambiar , en palabras de Michel Kazatchkine, miembro de la Comisión Global de Política sobre Drogas y enviado de la Secretaría General de la ONU para el VIH/sida en Europa del Este y Asia Central.
UN CASO EXTREMO DE SALUD PÚBLICA
Kazatchkine muestra que el sistema utilizado durante 50 años por los países para tratar de prohibir el mercado de las drogas, y que por lo mismo ha implementado políticas represivas, ha fallado por completo. Y tampoco hemos sido buenos en educar a la gente.
A pesar de lo que se invierte en hacer efectiva la prohibición, la producción de opiáceos (lo que más problemas da en la región donde trabajan los ponentes) ha aumentado por cerca de 400% en los últimos 30 a 40 años; las drogas son cada vez más accesibles, los precios de la heroína han ido a la baja y la calidad, al alta.
E incluso están apareciendo con mayor frecuencia nuevas drogas, las sintéticas, que llegan a ser de producción casera.
En el 2005, el mercado mundial de la droga valía 13,000 millones de dólares en producción, 94,000 millones en grandes ventas y 332,000 millones en ventas a los usuarios; es un inmenso mercado ilegal que genera corrupción y desestabiliza países .
De forma paralela se generó un serio problema de salud, de VIH/sida y uno menos reconocido de hepatitis C, que se propagan explosivamente. En apenas un año suben de casi cero a 40 o 50% de infectados entre los adictos.
A nivel global, una de cada cinco personas que se inyecta drogas tiene VIH y dos de cada tres tienen hepatitis C, en promedio, porque en algunos lugares puede llegar a ser más. Lo cual es increíble, dice Kazatchkine, pues sabemos cómo prevenir que la gente contraiga estas infecciones .
Hay una estrategia de intervención de cuatro componentes: uno es proveer de jeringas estériles, ofrecer terapia de remplazo de opiáceos, proveer el tratamiento antirretroviral a la gente y hacer pruebas para que empiecen ese tratamiento lo antes posible. Estas intervenciones han probado que reducen la infección y la mortalidad, pero también bajan el crimen y desorden. Tienen entonces una muy buena relación costo-beneficio.
La pregunta es entonces por qué no se implementan. No hay otra área en la salud pública con una disparidad tan grande entre lo que la ciencia nos ha enseñado con lo que se está implementando. Incluso en lugares donde se implementan las intervenciones, se distribuye una jeringa por cada 10 o 15 personas que usan drogas al año, lo cual es claramente insuficiente , comenta.
DETALLES Y LECCIONES?DE CASOS PARTICULARES
Roy Robertson, del Centro de Ciencias de la Salud Poblacional de la Universidad de Edimburgo, destaca la rápida expansión del tratamiento con metadona, que ha sido controversial, y no entiendo por qué, porque el tratamiento funciona [...], la gente sí se recupera .
Robertson participó en la implementación de la intervención que disminuyó una fuerte epidemia en Edimburgo, y comenta que necesitamos que en cada país haya un servicio compasivo de tratamiento. Puede no ser compasivo, pero hay que entender que la gente que usa drogas no son criminales, no son gente mala; son, en muchos sentidos, víctimas, de problemas económicos, de cosas que les han sucedido, por lo que terminan usando drogas.
Andrey Klepikov, director de la Alianza VIH/sida de Ucrania, afirma que el tratamiento va más allá de dejar el uso de drogas, pues reduce el ambiente de criminalidad y fomenta la reinserción social. Sin embargo, los 800 pacientes que en Crimea estaban recibiendo tratamiento lo vieron interrumpido cuando pasó a ser territorio ruso.
En Ucrania 70% de los casos de VIH se debe al uso de drogas, y éste puede ser considerado como consecuencia directa de la política pública que se ha empleado.
Para él, no sólo hay que invertir en educación, también en defender la presencia y el uso de evidencia científica.
Archil Talakvadze, ministro de Correccionales (cárceles) en Georgia, comenta cómo los altos índices de encarcelamiento en Georgia, más que evitar la drogadicción, ponen a los individuos en un lugar de alto riesgo, no sólo porque las drogas circulan en la cárcel, sino porque la situación llega a ser incluso favorable para que haya epidemias de otras enfermedades. Además, los presos pierden contacto social y con sus familias, lo que los hace inclinarse aun más hacia las drogas.
Como se pide a las familias que paguen fianzas y otras cosas, se calcula que el estado georgiano adquiere 39 millones de dólares anuales por el encarcelamiento de los adictos, mientras que sólo gasta 3 millones en mantenerlos y darles tratamiento.
Los expertos se consideran afortunados de no haber tenido que pasar por una crisis social como la de México para modificar sus leyes.
