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Mario Lavista, primer mexicano en obtener? el premio de la SGAE
Se reconocen la magia y el poder de sugestión de su obra? y el nervio, poder y sensibilidad del creador.
La Fundación SGAE (Sociedad General de Autores y Editores de España) hizo entrega del XII Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria al compositor Mario Lavista (México, 1943), este sábado 14 de junio en la sede se la Real Academia Española (RAE), en Madrid. El galardón es el mayor reconocimiento para autores vivos en el ámbito iberoamericano y es la primera vez que lo obtiene un músico mexicano.
Desgraciadamente, la señal, el tono, tiene que provenir de España para que los mexicanos comprendamos la clase de músicos que produce este país. Si bien es cierto que el maestro Lavista recibió en 1991 la Medalla Mozart y en el mismo año el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el área de Bellas Artes, está haciendo falta que el INBA haga algo importante en pro de este gran creador. Por lo pronto, se requiere que la máxima autoridad cultural de México por lo menos diga esta boca es mía y haga pública una felicitación a Mario Lavista. Son cosas tan elementales...
En España, el jurado internacional destacó del galardonado su relevante obra, profundamente arraigada en la identidad de su país y que contribuye a la creación de un lenguaje universal en la cultura iberoamericana .
La ceremonia de honor en la sede de la RAE estuvo plena de elogiosos discursos para el creador mexicano. El acto se inició con la lectura del acta a cargo del secretario del jurado José Zárate, a la que siguió la presentación del premiado por parte de Antonio Onetti, a la sazón presidente de la Fundación SGAE, y la entrega del galardón al compositor Mario Lavista, por parte de José Luis Acosta, presidente de la SGAE.
MAGIA Y SUGESTIÓN
Para José Zárate, este premio ha reconocido la magia y el poder de sugestión que caracterizan las composiciones de Lavista; el secretario del jurado destacó sus afinidades y gustos literarios presentes en su obra. Por su parte, el presidente de SGAE puso de relieve el nervio, poder y sensibilidad del compositor mexicano.
Después de los discursos, tuvo lugar un concierto con obras de Lavista, cuya ejecución corrió a cargo de los intérpretes Carlos Apellániz (piano), Carmen Guillem (oboe), Carmen Gurriarán (soprano), Roberto Terrón (contrabajo), así como el Cuarteto Bacarisse y Neopercusión.
El programa lo integraron algunas de las más notables piezas del maestro: Tres danzas seculares (1994) para chelo y piano; Marsias (1982) para oboe y copas de cristal; Reflejos de la noche (1984), cuarteto de cuerdas inspirado en un poema de Xavier Villaurrutia (de la Suite del insomnio); Salmo (2006) para soprano, cuatro crótalos y contrabajo; y Danza isorrítmica (1996) para cuarteto de percusión.
El programa refleja una contante en la obra del maestro Lavista: una íntima relación entre literatura y música, lo que hace a su producción muy atractiva.
Veamos sólo algunos ejemplos: Poesía en movimiento (1969), recopilación de obras de poetas mexicanos. La caída de la casa Usher (1977), basada en el trabajo de Edgar Allan Poe. Su famosa Aura (1987-1988), ópera en 1 acto, libreto de Juan Tovar, y después, de Carlos Fuentes. Ficciones (1980), pieza basada en el fabuloso libro de Borges. Tropo para Sor Juana (Sobre el Sanctus de la Misa a Nuestra Señora del Consuelo), gran orquesta, 1995. Gargantúa (texto de François Rabelais traducido al español), un altavoz, un coro de niños, gran orquesta, 2002. Monólogo (texto de Nikolai Gogol traducido al español), barítono, flauta, contrabajo, vibráfono, 1966. Dos Canciones (texto de Octavio Paz), mezzo-soprano, piano, 1966.
El jurado de la edición XII, presidido por el compositor Antón García Abril, estuvo compuesto por Marta Cureses, Marcela Díez Martínez (directora de programación del Festival Cervantino), María Luisa Ozaita y Juan Ángel Vela del Campo.
