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Arte e Ideas

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Pésima gestión de residuos ha satanizado el uso del plástico

La Solución Soy Yo pretende abandonar la visión polarizada que etiqueta al plástico como algo malo, mientras que presenta a los sustitutos como algo bueno, sostiene Alejandra Ramos.

En más de 30 entidades del país se había prohibido el uso de bolsas y empaques de plástico; sin embargo, con la llegada de la pandemia se han hecho necesarios por temor a que a través de bolsas reusables se pueda transmitir el nuevo coronavirus. Este hecho ha permitido que el tema regrese a la discusión, pues de acuerdo con el movimiento ecologista La Solución Soy Yo, en su momento no se analizaron los costos reales de eliminar los plásticos y se olvidaron las características y beneficios que nos traen.

“Es un material maleable, higiénico, resistente y de bajo costo que no requiere de la tala de árboles”. De acuerdo con Alejandra Ramos Jaime, fundadora de este movimiento, las reflexiones surgieron a partir de analizar desde la parte económica si estas políticas públicas de prohibición de plásticos cumplían y consideraban costos y consecuencias, “en esta investigación me di cuenta que no había ningún estudio de impacto ambiental”.

La también embajadora de la Fundación para la Educación Económica asegura que en realidad, prohibir el plástico podría terminar siendo un ecocidio porque tampoco se están considerando los costos ambientales y estamos remplazando el plástico con alternativas potencialmente más contaminantes.

Por ejemplo, en Reino Unido a través de su agencia ambiental, cuando se estaba considerando prohibir el plástico, se hizo un análisis del ciclo de vida específicamente para bolsas de supermercado y se dedujo que una bolsa de tela debe ser usada más de 327 veces y una de papel más de siete veces si se quiere justificar el impacto ambiental de su fabricación frente a una bolsa de plástico.

“Estas otras opciones son una especie de placebos pues requieren el uso intensivo de recursos en su fabricación, transportación y costo que en muchos casos permanece oculto. Para generar estos productos se requiere de la tala de árboles, consumo y contaminación de agua, uso de energía intensivo y demás elementos que abonan a los gases de efecto invernadero”.

Se ignora el problema real

Ramos Jaime asegura que el problema que ha satanizado a los plásticos es que al final termina en mares y conviviendo con el medio ambiente, pero seguimos ignorando el problema real, que es la pésima gestión de los residuos. En México más de 16,000 toneladas de basura quedan sin recolección diariamente, esto representa 16% del total, pero del otro porcentaje que sí es recolectado, 87% tiene como destino tiraderos a cielo abierto, “quiere decir que el gobierno no cumple con las propias normas ambientales”.

Aunque no hay una solución que por sí sola atienda este gran problema, algunas propuestas por parte de este movimiento son:  Comenzar con educación ambiental, separación de residuos desde la fuente, es decir, desde las casas u oficinas, lo que permitiría capitalizar los recursos para su reciclaje, además de inversión en tecnología que busca no emitir contaminantes, para que los residuos se conviertan, por ejemplo, en energía eléctrica.

Esto, acompañado de políticas públicas que consideren los incentivos y sanciones para mejores prácticas, además de un cuadro normativo que nos permita clarificar quienes son los responsables, más que los culpables. La especialista resaltó que todos somos parte de esta cadena en algún punto, por ello es necesario comenzar por una conciencia ciudadana.

En nuestro país, hoy la basura se ve como un gasto oneroso, tan solo en la Ciudad de México nos cuesta 548 pesos cada tonelada de basura, y diariamente se producen 13,000 toneladas. Son alrededor de 2,600 millones de pesos anuales que se van como un gasto, mientras que en otros países se ve como un recurso que debe ser aprovechado.

Algunos datos para reabrir el debate

  • El plástico en México representa el 11% de los residuos.
  • El primer país que prohibió las bolsas de plástico en 2002 fue Bangladesh, a casi dos décadas de ello, se encuentra en el lugar 10 de países que más basura y residuos sólidos aporta a los océanos, esto respalda la teoría de que esta no es la solución al problema.
  • La Semarnat y la Secretaría de Salud recomendaron en abril usar bolsas de plástico para separar los residuos infecciosos – cubrebocas, guantes y pañuelos – de personas enfermas en los hogares; mientras que el uso de bolsas e instrumentos médicos plásticos en hospitales aumentó importantemente.

nelly.toche@eleconomista.mx

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