Si cumple su parte, México podría dar ejemplo de reintroducción de especies: IUCN

Una especie que está extinta en la vida silvestre tiene esencialmente dos caminos: extinguirse en cuidado humano e independientemente de los esfuerzos, o hacer todo lo posible por regresarla a la naturaleza y esperar que los esfuerzos para reintroducirla sean exitosos y pueda sobrevivir en la vida silvestre. Pero si no se hace el intento, nunca lo vamos a saber.

Estamos viviendo en un proceso de degradación muy intenso conocido como el Antropoceno y prácticamente las pérdidas que estamos experimentando son causadas por una sola especie, el hombre. Por ello como especie si buscamos mantener nuestra viabilidad en este escenario natural que es nuestro planeta, tenemos que reducir el daño que le estamos haciendo a nuestros ecosistemas, “mientras haya una población creciente que necesite más espacio y recursos, la tarea de salvar especies se vuelve cada vez más difícil, pero no imposible”, asegura el doctor Juan Martínez Gómez, investigador titular del Instituto de Ecología.

Con esta premisa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), una red medioambiental que agrupa 80 estados, 111 agencias gubernamentales, 784 ONG´s nacionales, 89 internacionales y unos 1,000 científicos y expertos de 160 países, estuvo en México con el propósito de establecer alianzas para que especies como la Paloma de Socorro pueda regresar pronto a su Isla natural.    

Martínez Gómez explica para El Economista que en 2021 en el Congreso Mundial de Conservación de Marsella se presentó una moción para alentar a todas las organizaciones y gobiernos miembros, para que en 2024 todas las especies extintas en la vida silvestre tengan esfuerzos constatables de que se están tomando los pasos para regresarlas a la naturaleza y que para 2030, todos los países firmantes del Convenio de la Diversidad Biológica, cooperen para que las especies extintas en vida silvestre ya estén en la naturaleza.

“Ese es un reto que nuestro país debe afrontar y que tiene los medios para hacerlo”, asegura. De acuerdo con Axel Moehrenschlager, director del grupo de especialistas en reintroducciones y traslocaciones y quien visitó nuestro país junto con los especialistas Stefan Standler y Gary Ward, México tiene la oportunidad de mostrar e inspirar a otras naciones de que se pueden revertir estos procesos y se pueden salvar a las especies, pues contamos con la capacidad técnica, es decir con los especialistas.

Los representantes de la Unión tuvieron reuniones con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con la Dirección General de Vida Silvestre y a las autoridades de la Secretaría de Marina, pues de acuerdo con Martínez Gómez, primero se requiere de voluntad de las autoridades y una revisión profunda de nuestras leyes y reglamentos ambientales, no solamente para las especies en peligro, sino para el estudio básico de la biodiversidad. “En este momento nuestras leyes son altamente burocráticas y eso impide que los investigadores y conservacionistas podamos actuar de una manera eficiente y oportuna. Por ejemplo, los permisos de colecta científica son tortuosos y de meses, necesitamos evitar las complicaciones, sobrerregulación y que una sola dependencia resuelva”.    

El caso mexicano y la paloma de Socorro 

En 2016 se hizo un conteo con una metodología rigurosa. Así se determinó que había 40 especies de animales y 37 especies de plantas extintas en vida silvestre en todo el mundo, algunas de ellas son mexicanas, sobre todo peces de agua dulce, que vivían en cuerpos de agua en algunos estados del país, y que por contaminación y desecación  perdieron su hábitat, solamente quedaron vivos los que estaban en acuarios.  

En el mundo hay diferentes especies con diferentes categorías de riesgo reconocidas por la IUCN. Muchas de estas especies están en categoría de peligro y peligro crítico. México es un país con mucha riqueza de especies, biodiverso, pero al mismo tiempo con retos de conservación muy fuertes como la pérdida de los hábitat, la cacería, la destrucción por urbanización, todo esto hace que las especies se pongan en peligro.  

Una especie emblemática es la vaquita marina, pero como ella hay cerca de 180 especies que están en una situación muy precaria, como los peces del género cyprinodon o la paloma de Socorro.   

“Tenemos que hacer algo por ellas porque estas especies todavía están en la naturaleza, hay otras especies que por el daño que han recibido sus hábitats ya no están en la naturaleza, muchas especies se han extinto y de alguna manera las que han sido afortunadas han sido rescatadas por un zoológico, un jardín botánico o un acuario”, explica Martínez Gómez, quien ha dedicado gran parte de su investigación a la paloma Socorro.   

Esta es una de las cinco aves que están extintas en la vida silvestre, la Paloma de Socorro era endémica de la Isla Socorro en el Pacífico mexicano y desapareció a mediados de los años 70. Sin embargo, existe una población que se cría en cuidado humano desde 1925, cuando los investigadores de la Academia de Ciencias de California las rescataron porque sabían que algo andaba mal con el hábitat, “fue algo visionario, llevar la población a Estados Unidos, luego a Inglaterra y parte de Europa”.

En Estados Unidos para mantener la viabilidad de la especie, la hibridaron con otra especie muy cercana que es la paloma huilota, esto hizo una contaminación genética de la especie y en este momento con las pruebas genéticas sabemos que muchas de las palomas de Socorro en Estados Unidos ya no lo son, se trata de híbridos.  

Pero en Europa la dedicación de los avicultores ha tenido incluso un componente de suerte porque sobrevivieron también la segunda guerra mundial y la destrucción que hubo en aquel continente. A partir de 1995 la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios hizo un programa más dedicado a la Paloma de Socorro y actualmente hay cerca de 39 instituciones en varios continentes que cuidan esta especie, el objetivo final será llevarla de nuevo a su isla.  

El especialista asegura que para que el objetivo se cumpla se requiere capacidad técnica y esta se encuentra en zoológicos, acuarios y jardines botánicos del más alto nivel. Actualmente el principal objetivo de estas instituciones es la conservación, por ello requieren de presupuestos y de estándares, “México cuenta con lugares con estas características, por ejemplo, las palomas del Socorro se mantienen en Africam Safari, en Valsequillo Puebla, pero hay otros espacios que están desperdiciados y no alcanzan los estándares, están en el abandono, pero con apoyo esto podría cambiar”, este y otros son esfuerzos que tienen que darse como el siguiente paso luego del compromiso adquirido por México en estos encuentros.  

nelly.toche@eleconomista.mx