Buscar
Deportes

Lectura 4:00 min

Recetas para combatir el calendario saturado

Partidos cada cinco días, pocos entrenamientos y constantes viajes provocan cansancio y lesiones en los jugadores.

Atlas se prepara para un semestre sin descanso, sin tregua, ni paz. Después de ocho años, los rojinegros regresan a la Copa Libertadores, el torneo donde han dejado buenas sensaciones, superando en las dos ocasiones anteriores la fase de grupos. El reconocimiento internacional requiere sacrificio, que se traduce en un partido cada cinco días, pocos entrenamientos, constantes viajes y el riesgo de perder en el trayecto su activo más importante: los jugadores.

Como Atlas, Tigres y Morelia -de superar la primera fase- enfrentarán el difícil ritual de encarar dos torneos a la vez. En los casos de América y Pachuca, en fase final de Concachampions, o los clubes que jugarán la Copa MX, los casos son menos riesgosos, ya que las distancias se acortan y los juegos también.

En algún momento, el desgaste va a cobrar factura. Si se tienen más partidos, el cansancio es mayor. Lo complicado son los viajes y la logística, que muchas veces no permiten entrenar como se debe , advierte Antonio Durán, preparador físico de la Comisión del Jugador.

El especialista considera que el principal obstáculo para trascender en dos torneos a la vez tiene que ver con el poco espacio entre los partidos y, por consecuencia, los entrenamientos también se reducen.

Los calendarios no permiten entrenar adecuadamente, por la cantidad de sesiones interrumpidas por los viajes y las situaciones postpartidos. El cansancio se manifiesta con lesiones musculares, casi siempre son sobrecargas musculares , añadió el preparador.

Tigres y rojinegros aseguran jugar 23 partidos en 120 días, de ahí que en promedio jugaran cada 5.2 días. En el caso de Morelia, tiene seguros 19 encuentros, pero de superar a The Strongest, podría llegar a 25 partidos.

El caso extremo lo vivirá Atlas, que en el mes de abril, para ser exactos en 21 días jugará siete partidos. Entre viajes y ejercicios de recuperación, los rojinegros podrán entrenar como máximo nueve sesiones completas, tomando en cuenta que, según los expertos, un día antes y después de cada partido se recomienda entrenamiento ligero.

La recuperación energética para un futbolista después de un partido tarda 48 horas, según estudios de la FIFA. En teoría, se puede competir después de ése tiempo; sin embargo, para hacerlo en un nivel elevado, se debe entrenar en un nivel elevado y dependerá de la logística de los viajes y los traslados , advierte Antonio Durán.

Por su parte, Jorge Damián Zamogilny, ex jugador y ahora comentarista para TDN, asegura que las 24 horas posteriores a un partido son primordiales para cuidarse de lesiones. Es muy fastidioso para el jugador, porque implica tener un control estricto de ejercicios, alimentación, un control muy rígido. Lo primero son sesiones de estiramiento, trabajo regenerativo de 10 a 12 minutos, para limpiar la fatiga del juego, y una alimentación adecuada para recupera energía. El jugador debe ser muy profesional para estar al 100% , expresó el Ruso.

Planteles bastos y experiencia

Serán 18 años y México buscará ganar el torneo de clubes más importante del continente por primera vez. Para Jorge Zamogilny, una de las razones para que aún no haya un campeón mexicano es la falta de experiencia de los planteles y el estilo.

La mayoría de los equipos tiene buenos planteles, pero con 15 jugadores con experiencia. En el futbol sudamericano las competencias son muy fuertes y a los mexicanos le sigue costando enfrentarse porque son partidos de mucho roce. El futbol mexicano es mucho más técnico , refirió el experto.

Además, mientras los rivales visitan solamente una vez México, los clubes nacionales deben viajar tres veces. Eso es un desgaste cada semana. Es importante la recuperación que se le da al jugador, el descanso es muy importante , finalizó Jorge Zamogilny.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete