Cumbre de Bruselas debe salvar al euro

La cumbre de la Eurozona comenzó este miércoles en Bruselas, en un clima de pesimismo e incertidumbre sobre los avances de los dirigentes europeos para alcanzar una solución a la crisis de deuda que evite un contagio a Italia, tercera economía de la unión monetaria.

"Aún hay muchos asuntos que arreglar", señaló la canciller alemana, Angela Merkel, al llegar al Consejo Europeo en Bruselas.

Los 27 dirigentes de la Unión Europea comenzaron una reunión a las 18H20 (16H20 GMT). Luego seguirá una reunión limitada a los 17 mandatarios de la Eurozona que puede durar hasta altas horas de la madrugada, para dar con un plan que será presentado en la cumbre del G20 en Francia el 3 y 4 de noviembre.

La cumbre "debe salvar al euro", dijo el primer ministro griego, George Papandreu.

Las advertencias se han multiplicado en las últimos días ante el pánico de que la crisis se propague a todos los continentes. La situación se agravó ante las turbulencias de la política y economía de Italia.

Al menos, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, logró un acuerdo in extremis con su aliado de la Liga Norte para un principio de reforma de las jubilaciones, que presentará esta noche en Bruselas.

Bruselas presiona a Italia para que ponga en marcha medidas que apunten a recortar el gasto público, para reducir la colosal deuda de 1.9 billones de euros (cerca del 120% del PIB).

Ante los temores de que Italia siga el camino de Grecia, los europeos se abocaron a buscar fórmulas para optimizar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Su dotación de 440,000 millones de euros sería a todas luces insuficiente si tuviera que ir al rescate de una economía como la italiana, tercera de la Eurozona.

A unas horas de la crucial cumbre, los diputados alemanes acordaron, por aplastante mayoría, darle luz verde a la canciller para que negocie en Bruselas la ampliación del FEEF, aunque excluyeron recurrir al Banco Central Europeo (BCE) y cualquier aumento de la garantía aportada por Alemania.

Para reforzar este mecanismo se barajan dos opciones.

La primera, prevé que el fondo garantice entre un 20 a 30% de los bonos emitidos por países miembros de la zona euro, con el fin de impulsar a los inversionistas a comprar deuda de economías fragilizadas. Esta opción elevaría la capacidad del fondo a un billón de euros.

La segunda sería la creación de un fondo ligado al FEEF para ofrecer esta deuda a inversores privados e incluso a países emergentes desbordantes de divisas como China.

Según fuentes diplomáticas, China se mostró favorable. "China está a favor" de contribuir creando una entidad autónoma de inversión ("spin-off"), dijo un diplomático que pidió el anonimato.

En la reunión de los jefes de gobierno de los 27 países de la Unión Europea se debatirá la recapitalización de los bancos con el fin de amortiguar el impacto ante un default de Grecia.

Si bien los europeos manejan que la banca necesita un capital de 108,000 millones de euros, aún no han especificado nada de qué países la requieren ni qué criterios siguieron para establecer la estimación.

Varias entidades financieras y analistas han subrayado en estos días que la banca europea expuesta a Grecia necesitaría entre 200,000 y 300,000 millones de euros.

Al mismo tiempo, los europeos negocian con los bancos acreedores de la deuda griega una colaboración voluntaria en el rescate a Grecia. Según una fuente diplomática, el sector bancario negocia una quita (pérdida) del 40% mientras que la Eurozona prefiere entre el 50% y el 60%, mucho más del 21% acordado en julio

También se prevé elevar a un 9% el ratio de capital básico de calidad que se le exige a la banca, lo que genera fuertes resistencias en el sector bancario que aduce que una medida así limitará el crédito, motor fundamental del crecimiento.