Educación y crecimiento

Construir un sistema educativo de calidad constituye una aspiración legítima para cualquier sociedad que busque impulsar su crecimiento económico median¬te la ciencia y la tecnología. Para la consecución de dicho objetivo es prioritario que el aprendizaje sea el adecuado desde el nivel primario hasta llegar a la universidad y el posgrado.

No obstante, no es suficiente si no se garantiza que toda la población tenga acceso a dicho sistema, es decir, si no hay igualdad de oportunidades, la inequidad para asistir a la educación superior es algo que profundiza los problemas económicos y sociales.

Además debe considerarse que si la gente con mayor grado de estudios no encuentra un trabajo, entonces se tiene a personas capacitadas pero que no contribuyen en el aparato productivo del país, por lo que el gasto en educación no corresponde con los resultados obtenidos.

Lo anterior es todavía más delicado cuando se agrega que el sistema educativo no funciona aislado de otros elementos como la alimenta¬ción y la salud. Asegurarse de que las personas asistan a las escuelas cubriendo los requerimientos de alimentación es fundamental para que su aprendizaje sea el óptimo. Algo similar ocurre con el acceso al sistema de salud, el cual debe garantizar tanto la atención preventiva como la correctiva de cualquier enfermedad.

Si bien los elementos citados no incluyen todo aquello a considerar, sí dan una idea clara de la complejidad que reviste el plantear el camino de la educación como solución de los problemas de un país. La cuestión aquí es que justamente éstos son algunos de los requerimientos que México debe tomar en cuenta y solucionar para transformar exitosamente su actual situación de estancamiento económico.

Es cierto que el país no parte de cero, pero también es una verdad que en los últimos 30 años el avance ha sido mediocre, particularmente si se le compara con lo observado a nivel¬ mundial por parte en las llamadas economías emergentes.

La construcción de medidas de política económica y social integrales que reconozcan la realidad del país es prioritaria. Para ello deben eliminarse los obstáculos que han entorpecido el desempeño del sistema edu¬cativo mexicano. Iniciar con un programa de alimentación escolar que cubra hasta los niveles de secundaria, becas suficientes para los estudiantes de nivel media superior,¬ superior y de posgrado, así como la vinculación directa de todos ellos con el aparato productivo debe ser uno de los aspectos a construir. También lo es el acceso universal a un sistema de salud, por el simple hecho de ser mexicanos ¿o hay algo más importante?

*Dr. José Luís de la Cruz Gallegos es director del Centro de Investigación en Economía y Negocios Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México. jldg@itesm.mx