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El Empresario

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Escoja bien su tarjeta de crédito

Antes de revisar cifras y conceptos financieros, conocer sus propias necesidades y compararlas con los beneficios que la tarjeta aportaría son formas certeras para elegir una.

Mientras mejor sepa uno escoger sus relaciones, más beneficios le traerán. Pero antes de elegir debe estar seguro de que el otro le ofrece todo lo que necesita y que usted necesita todo lo que el otro ofrece.

Este dilema ocurre también en la relación entre usted y su banco, mediante su tarjeta de crédito. Si sabe elegir el plástico que más le conviene -y para ello no requiere adentrarse en conceptos financieros y cifras-, puede llevar una provechosa relación.

Comúnmente, para elegir una tarjeta le dicen que tome en cuenta la tasa de interés, las comisiones y recargos, o bien “considerar el costo anual total de la tarjeta, su costo intrínseco. Pero hay muchas otras cosas que balancear en la ecuación”, refirió Ricardo Torres, director ejecutivo de tarjetas de crédito Scotiabank en el marco de la Semana Nacional de Educación Financiera.

En efecto, los aspectos cuantitativos son importantes, pero hay otras cuestiones que lo pueden orientar sin tener que sumergirse totalmente en un mar de cifras.

PIRÁMIDE DE CRÉDITO

Una de esas cuestiones, agregó Torres, es saber que las tarjetas de crédito se van construyendo a manera de pirámide. Al conocer los niveles de esta construcción, se puede elegir una de manera adecuada y saber qué costos y beneficios esperar de ella.

El primer nivel de esta pirámide es el de la tarjeta básica. El costo de poseer una así es el menor del mercado, pero también los beneficios que ofrece son los básicos y regulatorios, como tener línea de crédito, un convenio de pago o no generar intereses si se liquida la totalidad del crédito antes de la fecha de corte, enlistó Torres.

“Si alguien comienza a conocer el crédito y las cosas que son intrínsecas a la tarjeta, se puede quedar en ese nivel”, comentó Torres.

El siguiente nivel es de plásticos que incluyen seguros, asistencias o incluso programas de lealtad. Al adquirir este tipo de tarjetas, es importante ir conociendo sus beneficios para sacarles provecho. Por ejemplo, pueden “incluir seguros de viaje, que en caso de accidente o fallecimiento en un transporte que fue liquidado con la tarjeta, su seguro cubre por montos desde 1,000 dólares en adelante”, por lo cual no habría necesidad de comprar seguros adicionales si es viajero frecuente, explicó.

Los dos últimos niveles son el de beneficios exclusivos y el de atención premium. Las tarjetas del primer tipo ya ofrecen servicios exclusivos como acceso a salones de espera en el aeropuerto o un valet parking, por ejemplo. Finalmente, en las de atención premium, ubicadas en la punta de la pirámide, lo que se ofrece es, por ejemplo, un servicio de concierge -asistente personal- todo el día “para lo que se le ocurra, como para reservar en un restaurante que siempre está lleno”.

ELIJA BIEN SU NIVEL

En principio, se debe saber que las tarjetas en niveles superiores tienen una cuota más alta, pero también cuentan con beneficios mayores”, detalló Torres. Y por ello, debe saber para qué la necesita.

Así, por ejemplo, una tarjeta con seguro de viaje incluido sería un costo innecesario para una persona que no viaja casi nunca. Por el contrario, una tarjeta con beneficios exclusivos para eventos sería provechosa para un melómano.

Una tarjeta básica sería la adecuada para alguien que sólo tenga necesidades financieras; sin embargo, hay que considerar que en los niveles más altos de la pirámide, el banco ya conoce más a sus clientes y las tasas de interés suelen ser más bajas, porque hay menor riesgo de que incumplan sus pagos.

Al final, toda buena relación comienza por uno mismo, cuando sabe lo que necesita.

HAGA FAMA CREDITICIA Y ÉCHESE A DORMIR CON CRÉDITO NUEVO

Uno puede requerir una tarjeta de crédito y además estar dispuesto a obtener beneficios exclusivos aunque generen un mayor Costo Anual Total (CAT), por lo cual se fijaría en una tarjeta de los niveles superiores.

Sin embargo, entre querer y tener puede haber una diferencia llamada calificación crediticia, la cual asigna el Buró de Crédito, con base en el historial de cada persona.

Los bancos consultarán su historial antes de poner una tarjeta en sus manos. Entonces un mejor historial le dará acceso a mejores créditos.

Por esta razón, Ricardo Torres, director ejecutivo de Tarjetas de Crédito Scotiabank, enlistó algunos elementos para mejorar su historial.

En primer lugar, “importa la antigüedad de las cuentas reportadas. Si no tienes ninguna, no tienes antigüedad, eres transparente para las instituciones y no saben cómo evaluarte”, por lo cual no sabrían si darte el crédito.

También importa la variedad de las cuentas. Mientras más tipos de créditos reportados y bien pagados se tengan, la persona inspira más confianza para asignarle un nuevo crédito.

La puntualidad de los pagos es inclusive más importante que la antigüedad y que la variedad, refiere. “No hay peor indicador que el mes más reciente del historial, cuando no se han pagado los créditos”.

Finalmente, el uso de las líneas de crédito otorgadas también cuenta. “No es lo mismo que a una persona le otorguen 10 pesos y use 4, a que use 10”. En casos como éste, la persona podría tener falta de liquidez, por lo cual usa grandes montos de su crédito y se puede volver un riesgo a futuro, explicó Torres.

javier.rendon@eleconomista.mx

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