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Van ocho interesados para APP de conservación carretera
Participan dos mega grupos: uno integrado por 12 empresas y otro de ocho firmas.
El súper consorcio de 12 empresas liderado por ICA, Prodemex, Mota Engil México, GAMI, La Peninsular y Calzada Construcciones busca adjudicarse la licitación que el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) lanzó, bajo la modalidad de Asociación Pública-Privada (APP), para dar el servicio de mantenimiento, rehabilitación y operación de los caminos y puentes del Paquete Sureste, ubicados en Campeche, Chiapas, Tabasco y Veracruz, que implica una extensión de 522.9 km.
Como parte del proceso, el banco recibió esta semana ocho propuestas técnicas y económicas de grupos constructores para realizar las tareas conocidas como MRO. El concurso tiene un techo presupuestal de 14,134.7 millones de pesos, más IVA, y la vigencia del contrato es por 10 años.
El segundo consorcio con mayor cantidad de integrantes, ocho, está liderado por Sacyr Concesiones, Grupo Industrial Rubio y Constructora Gordillo. En tercer sitio, con siete firmas, está el consorcio que lidera Caabsa Infraestructura, Constructora de Proyectos Viales de México y Gluyas Construcciones.
Otros de los participantes que compiten son: Coconal, Omega Construcciones, México Compañía Constructora, Aldesem y Cointer, las cuales tienen como socios algunas filiales.
Las bases del concurso precisan que el grupo ganador deberá ajustarse al esquema de pago bajo cumplimiento de estándares de desempeño de los trabajos realizados y que luego de la evaluación técnica de las ofertas presentadas.
Luego de realizar la evaluación técnica de la información recibida, Banobras abrirá las ofertas económicas (actualmente bajo resguardo en una bóveda de seguridad) el 13 de noviembre antes del mediodía y ese mismo día dará a conocer al grupo ganador.
Está previsto que el contrato inicie el 16 de febrero del próximo año, que por su carácter de asociación público-privada tiene dos componentes principales: puesta a punto, con el objetivo de alcanzar altos niveles de servicio en las autopistas y migrar a un esquema de mantenimiento preventivo basado en el posterior cumplimiento de estándares de desempeño, que se estima concluya en dos años.
